La policía desarticula una red de blanqueo en Málaga

La policía difundió ayer los primeros detalles de la Operación Libra: una red de blanqueo de dinero se camufló en un grupo de agencias de cambio de divisas para lavar 180 millones de euros desde 2005. La trama, que operaba en Fuengirola y Mijas, recibía libras del narcotráfico y las cambiaba por euros en el banco. Hay diez detenidos que ya han pasado a disposición judicial, cinco son españoles. La investigación continúa.

Llevaban cinco meses indagando. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) descubrió que varias agencias de cambio de moneda, la mayoría de ellas en Fuengirola, generaban una cantidad de dinero "desproporcionada" para los pocos clientes que tenían. Los usuarios de estas agencias eran, en realidad, bandas de narcotraficantes compuestas principalmente por ciudadanos británicos. Ambas partes se citaban en lugares que nada tuviesen que ver con las agencias.

Los narcos entregaban bolsas llenas de libras y los cabecillas de la trama iban al banco a cambiarlo en billetes de 500 euros, de donde cogían una comisión. Para ello contaban con la cooperación de algunos empleados de los bancos donde operaban.

Pese a que la operación policial afecta a los narcos y a los trabajadores de los bancos además de a los cabecillas de la red, todos los detenidos trabajaban en las casas de cambio o algún locutorio. De los diez, además de los cinco españoles, hay tres marroquíes, un uruguayo y un inglés, este último propietario de la agencia de cambios Teddi, aseguran fuentes policiales.

Ahora la UDEF, apoyada por el Grupo de Respuesta al Crimen Organizado (GRECO), colabora con la Policía de otros países, entre ellos el Reino Unido, para profundizar en las demás ramas de la investigación: las bandas de narcotraficantes que entregaban el dinero a los detenidos, y el papel y la implicación de los trabajadores de los bancos.

Una de las claves para el éxito parcial de la operación es, según la Policía, que las agencias pedían billetes de 500 euros en el banco a cambio de las libras. Los turistas, clientes de las agencias, piden normalmente billetes pequeños para poder funcionar en los comercios, el transporte público... Por eso era extraño que estas casas de cambio quisieran billetes grandes. Para la red resultaba, sin embargo, mucho más cómodo trabajar con ellos, pues de esa manera podían introducirlos fácilmente en el tráfico financiero de la Unión Europea. Y no sólo eso. Los narcos preferían trabajar con billetes de 500 al importar la droga, pues ocupaban menos espacio y se ocultaban mejor.

Además de los diez detenidos, la Policía ha intervenido 11 inmuebles, un millón de euros, y 12 vehículos de alta gama.