_
_
_
_
_
Reportaje:Comienza el Open británico

Buscando el buen camino

Sergio García, que no ha ganado ningún 'grande', pone buena cara y promete un juego consistente ante el prestigioso torneo europeo

Juan Morenilla

Dicen que el Aisla Course de Turnberry, un par 70 bañado por el mar de Irlanda, es un campo mucho más pacífico, menos duro, que cualquiera de los links británicos que acogen el Open. Y no parece, viendo lo que rodea a Turnberry, las vacas que pacen como si nada, la verde campiña escocesa, los tractores faenando, la escarpada costa, la misteriosa silueta entre la niebla de la isla de Craig, que nadie pueda ponerse nervioso jugando al golf en estos parajes. No es mal ambiente, pues, para quienes más necesitan la paz interior para sacar su mejor juego. Como Sergio García, siempre un imán en el Open Británico, necesitado de energía positiva después de una época anímica turbulenta. "Pero ya me he recuperado, ya estoy en el buen camino", asegura el castellonense ante el grande europeo que hoy comienza (Golf +, desde las 10.00); "mi juego es ahora más consistente, y estoy más confiado".

"Estoy pegándole mal, he perdido el 'swing', estoy fuera de onda", se lamenta Quirós
Más información
Sergio García: "La recuperación de la mano no va bien, estoy preocupado"

Sergio estrena putter y, parece, una mentalidad más acorde con lo que se le supone a un número cinco del mundo. Al menos tiene mejor cara que en Augusta (lo que no es difícil) y mira al cielo preocupado por el viento cambiante y la lluvia en lugar de maldecir su suerte. Sus 29 años le visten de veterano frente a uno de sus compañeros de juego de hoy, el tallo italiano Matteo Manassero, de estreno gracias a su triunfo en el British amateur -fue el ganador más joven, con 16 años y 62 días-. "Pues sí, esta mañana lo pensaba. En 1996 estaba con Seve pensando en si podría algún día jugar una vuelta y ahora...". Sergio mira al pasado, recuerda cuando él también fue campeón amateur, sus primeros pinitos, y le pica la "curiosidad" ante Manassero. Y mira al futuro y al otro lado, compartiendo también campo hoy con él, curiosa escalera generacional, está Tom Watson, 59 años, alguien a quien todavía agradecen en Turnberry su duelo al sol con Jack Nicklaus en 1977. Sergio juega hoy entre el pasado y el futuro preocupado por dar lustre a su presente.

También en busca de un rayo de luz, Álvaro Quirós y Gonzalo Fernández-Castaño discuten como niños sobre si el campo beneficia o no a los pegadores. "Que te digo que no, que con el viento, todos igual", zanja Quirós, "y por eso es importante tener suerte con el tiempo". "Eso es el British, amigo", le responden, y Álvaro tuerce el gesto porque no parece emocionado en su debut. "Un torneo más. Además, estoy pegándole mal, he perdido el swing, estoy fuera de onda, a veces me voy a la izquierda, otras a la derecha, y eso me genera dudas". "Mi objetivo", sigue Gonzalo con las bromas, más centrado, ya feliz después de recuperar a la perra que se le perdió en Guadalmina (Marbella), "es pasar a Álvaro en la clasificación" (el madrileño es el 40º después de su segundo puesto en Escocia la semana pasada, su cuarta plata del año, y Quirós es el 36º). "Hasta que no le pase no estoy tranquilo". No anda por el campo ya Pablo Larrazábal, que hoy debe pegarse el madrugón de su vida para estar en el tee del uno a las 6.41.

El quinteto español lo cierra Jiménez, el jornalero, otro que puede contar batallitas de Turnberry. Aquí se jugó por última vez el Open Británico en 1994, cuando, recuerdan los veteranos, el periodista no estaba enganchado al móvil y Supergarcía llamaba al fijo del hotel a última hora. Entonces los jugadores naturales llevaban la voz cantante. Hoy les ha sustituido el mecanizado Tiger Woods, que busca su primer grande del año. Queda, sin embargo, Rory McIlroy, su swing natural, la gran apuesta británica.

Sergio García se entrena en Turnberry.
Sergio García se entrena en Turnberry.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_