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Reportaje:Economía global

Luz verde para el mayor gasoducto

Argelia, Nigeria y Níger acuerdan construir el Transahariano de 4.128 kilómetros

Nigeria sólo logra bombear los dos tercios de la que debería ser su producción petrolera porque diversos grupos armados atacan regularmente sus instalaciones. El pasado fin de semana, el Movimiento de Emancipación del Delta de Níger (MEND, según sus iniciales en inglés) arremetió, por ejemplo, contra los pozos de la multinacional Royal Dutch Shell.

Es, sin embargo, ahí, en el delta del Níger, donde está previsto que arranque el que será el más largo gasoducto del mundo, el Transahariano (TSGP, según sus iniciales en inglés). A lo largo de sus 4.128 kilómetros transportará, a partir de 2015, entre 20.000 y 30.000 millones de metros cúbicos de gas nigeriano hasta la costa mediterránea argelina cruzando antes Níger.

Dentro de seis años, el gas nigeriano llegará a España a través de Argelia
Los planes argelinos reabrirán el debate sobre la dependencia energética española

Los ministros de Energía de Nigeria, Rilwanu Luckman; de Argelia, Chakib Khelil, y de Níger, Mohamed Abdelaye, firmaron el pasado fin de semana en Abuja el acuerdo intergubernamental para la construcción del TSGP. Empezará en 2011, por lo que parece improbable que esté acabado en 2015.

Preguntado por los problemas de seguridad en la zona -el MEND ya ha formulado sus primeras amenazas contra el proyecto-, Luckman vaticinó que en 2015 estarían resueltos. Aun así, en un área tan inestable, "Estados y grupos en conflicto siempre estarán tentados de utilizar al gasoducto como un medio de presión para alcanzar sus objetivos", advierte Aurelia Mañé Estrada, profesora de política energética de la Universidad de Barcelona.

Hace ya tres años, la consultora británica Penspen/Ipa entregó a los tres Gobiernos un estudio que demostraba la viabilidad técnica y financiera del proyecto. El enorme tubo, de hasta 142 centímetros de diámetro, costará 10.000 millones de dólares (7.246 millones de euros), a los que habrá que añadir otros 3.000 millones (2.174 millones de euros) para efectuar prospecciones adicionales.

En un primer momento, las petroleras de Argelia (Sonatrach) y de Nigeria (NNPC) ostentarán cada una el 45% de la propiedad del gasoducto, mientras que la pequeña empresa energética de Níger se conformará con un 10%.

A medida que el proyecto eche a andar, los mastodontes argelino y nigeriano cederán parte del capital a socios extranjeros. "Sólo daremos la bienvenida a asociados que aporten no sólo dinero, sino algo más", advirtió el argelino Khelil. "Las multinacionales ya se nos echan encima", aseguró.

Shell, la francesa Total y la italiana ENI sí han manifestado su interés -no así las españolas-, pero la más animada en participar ha sido probablemente la rusa Gazprom.

Con motivo de la visita, a finales de junio, del jefe de Estado ruso, Dimitri Medvedev, a Nigeria, el presidente de Gazprom Internacional, Boris Ivanoz, anunció que a finales de 2010 construirá un gasoducto de 360 kilómetros que puede convertirse en el primer tramo del Transahariano.

"A la Unión Europea le interesa el proyecto" del TSGP, afirma Ferran Tarradellas, portavoz del comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs. Gazprom vende ya a Europa el 25% del gas que consume, pero en algunos países del Este como Eslovaquia o Bulgaria ese porcentaje alcanza el 100%.

En el peor momento del invierno pasado, Rusia cortó el suministro a Ucrania, por la que atraviesa uno de los dos gasoductos que abastecen a la UE. Once países europeos quedaron, en mayor o menor medida, privados durante semanas del precioso hidrocarburo. De ahí el deseo de encontrar alternativas a Gazprom como el TSGP y Nabucco, otro gasoducto en proyecto para bombear gas desde el Caspio hasta Europa, pero sorteando Rusia.

"El TSGP significa diversificación de las fuentes energéticas, y en ese sentido es bueno para los consumidores", sostiene Aurelia Mañé. Pero en Bruselas, las maniobras rusas por "jugar a todas las barajas" energéticas, la del norte de Europa y ahora la africana, preocupan.

El objetivo de Argelia es exportar desde su territorio el gas nigeriano a Europa. Podría así convertirse en un contrapeso a Rusia. Dos gasodutos suministran actualmente el gas argelino a España e Italia a través de Marruecos y Túnez. Otros dos, el Medgaz y el GALSI, que no pasan por terceros países, están en construcción. El que enlazará Beni Saf con Almería será inaugurado a finales de este año.

Khelil, el ministro argelino, ha dado a entender que Medgaz y GALSI, con sus 20.000 millones de metros cúbicos de capacidad, pueden, en un primer momento, transportar a Europa no sólo el gas argelino, sino el nigeriano. Más tarde, si la demanda aumenta -hasta 2008 creció al 1,7% anual-, podrían ser desdoblados.

Oferta, desde luego, no falta. Las reservas de gas de Nigeria son las mayores de África. Alcanzan los 190 trillones de metros cúbicos, a los que hay que añadir las de Argelia, unos 160 millones. Las autoridades nigerianas se han centrado, además, en las prospecciones petroleras, olvidándose de las gasísticas. Si se ponen a ello es probable que las reservas sean aún más elevadas.

"¿Para qué quiere España tanto gas?", se pregunta la profesora Aurelia Mañé. Por mucho que crezca su consumo, y el de Portugal, no podrá absorberlo ni reexportarlo "a menos que se mejore sustancialmente la interconexión con Francia", hoy en día muy insuficiente (2,5 millones de metros cúbicos), asegura esta experta en energía. La estrechez del tubo que une ambos países explica que España no haya recibido nunca gas ruso.

El presidente de Enagás, Antoni Llardén, anunció en mayo la intención de su empresa de multiplicar por 2,5 la interconexión gasística a través de los Pirineos de aquí a 2016.

Aun así, seguirá siendo escasa a la vista de la oferta que Argelia pretende colocar dentro de seis años en la orilla sur del Mediterráneo. Acaso la solución sea "convertir a España en un hub de licuefacción de gas" para reexportarlo con metaneros, apunta Mañé.

Aunque en los últimos años la proporción del gas argelino que se consume en España ha caído del 60%, a principios de esta década, al 34% en 2008, Argelia sigue siendo su primer proveedor energético. El matrimonio energético reforzado hispano-argelino que se vislumbra en el futuro reavivará el debate sobre la excesiva dependencia española de su vecino del sur. Argelia ha demostrado, sin embargo, ser un socio más estable que Rusia. Nunca cortó su suministro a sus clientes.

Un operario de la Royal Dutch/Shell ajusta válvulas en las tuberías de un gasoducto nigeriano.
Un operario de la Royal Dutch/Shell ajusta válvulas en las tuberías de un gasoducto nigeriano.BLOOMBERG

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