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Entrevista:STEPHEN ROACH | Presidente de Morgan Stanley Asia | Econonía global

"Los mercados se están equivocando"

A su paso por Madrid, antes de dar una conferencia en la Fundación Rafael del Pino, Stephen Roach lamenta no haber podido disfrutar de alguna corrida de toros. "He estado en varias, en México, en Francia...". El toro, en economía, es el símbolo de un mercado alcista y el oso el de un mercado a la baja. En su etapa como economista jefe de Morgan Stanley era considerado el "más pesimista entre los osos". Algo de eso queda.

Pregunta. Después de años de recibir críticas, ¿se siente vengado con la crisis?

Respuesta. Absolutamente. Las advertencias que he hecho durante años se referían a la preocupación por la acumulación de burbujas de activos en todo el mundo y por los desequilibrios globales creados entre países con déficit de ahorro, como EE UU, y los países con superávit, el caso del sureste asiático y en especial China. Pero mientras duran las burbujas nadie escucha porque las burbujas son seductoras, parece que todo sube. Mi teoría era que cuanto más esperáramos peor final tendría ese juego. Aunque para ser honesto nunca pensé que ese final fuera tan catastrófico.

"Los 'brotes verdes' son una metáfora superficial de gente desesperada"
"China debe tener cuidado con sus deseos, no sea que se hagan realidad"
"El BCE debería bajar tipos y abandonar la meta de inflación"
"¿Qué pasa con la economía española?, ¿no es éste el lugar del milagro?"

P. ¿Hay todavía hoy razones para el pesimismo?

R. Lo peor de la crisis, en cuanto al funcionamiento de los mercados y de las instituciones financieras, ya ha quedado atrás pero todavía hay mucho que purgar. Se ha llevado a cabo el 60% y queda otro 40%. Pero lo más importante es que el tamaño real de la economía mundial se ha visto seriamente afectado por las burbujas de activos y los desequilibrios y sus consecuencias van a durar varios años.

P. ¿Qué pasa entonces con los tan publicitados brotes verdes?

R. Es una metáfora muy superficial hecha por gente desesperada. La tasa de caída era enorme y ahora se ha reducido ¡pero la economía sigue cayendo! ¿Dónde están los brotes verdes ahí?

P. ¿Y cuándo serán reales?

R. Va a ser un proceso muy, muy lento. Esta recuperación va a ser muy débil durante varios años, tanto en EE UU como en el resto del mundo. Así que nadie espere verlo pronto o va a quedar muy decepcionado.

P. ¿Cómo será la recuperación?

R. Claramente no va a tener forma de V, la que quiere todo el mundo, que después de una caída brusca se salga rápidamente y con fuerza. Ésa es por la que están apostando sin duda los mercados, pero se están equivocando. Tampoco creo que se produzca en forma de L, donde en realidad no hay ningún tipo de recuperación. Creo que tendrá más bien forma de sierra, con pequeñas recuperaciones y recaídas.

P. Es decir, con forma de W.

R. No me gusta emplear esa letra porque me recuerda al peor presidente de EE UU

pero sí tendría ese tipo de característica aunque más prolongada. Un poco al estilo japonés, que tuvo periodos de crecimiento del 1% durante los años terribles de la década perdida.

P. ¿Cree que hay una alternativa real al dólar?

R. Por el momento no. Hay muchos riesgos en un sistema que se basa en el dólar como moneda de reserva, que depende de las autoridades que lo dirigen y del comportamiento de sus consumidores. El mundo parece que, finalmente, se da cuenta de esa concentración de riesgos. Pero cuando China, a través del gobernador del banco central, apuesta por una alternativa al dólar debería tener cuidado con sus deseos, no sea que se hagan realidad. No creo que la amenaza de las autoridades chinas de reducir la compra de deuda estadounidense tenga ninguna importancia inmediata. Su economía se basa en las exportaciones y con una moneda alternativa al dólar, la divisa china -el yuan o renminbi- se disparará y minará la competitividad de sus exportaciones. Así que hasta que el resto del mundo esté dispuesto a reducir su dependencia de EE UU, el dólar va a seguir siendo la divisa predominante.

P. ¿Cómo está China?

R. A finales del año pasado, China parecía muy débil pero el Gobierno ha sido agresivo en sus acciones de estímulo del crecimiento, aunque más del 70% del mismo se ha centrado en el sector más desequilibrado de su economía: la inversión fija. Éste representa el 40% del PIB, un porcentaje demasiado elevado, nunca ha sido tan alto en ningún país. Es sólo un estímulo temporal que sirve para ganar tiempo hasta que el resto del mundo retome el crecimiento y las exportaciones chinas vuelvan a crecer. Pero esta vez los consumidores de EE UU no van a volver así que el sector exterior chino va a tener mucha presión y estará más débil el próximo año.

P. ¿Es más optimista con el resto de Asia?

R. Soy muy optimista con el futuro de India pero el resto de Asia depende mucho de China. India es la historia prometedora en este momento, especialmente después de las elecciones que echaron a los comunistas fuera del Gobierno. Si India saca adelante las reformas -veremos cómo son los presupuestos que presenta el 7 de julio-, las perspectivas económicas del país son de lo más alentadoras. Cruzaremos los dedos...

P. Hablando de reformas ¿qué le parece el plan de Obama?

R. Es necesario pero no suficiente para sanear el sistema. Elude la cuestión principal: durante años EE UU llevó a cabo una política imprudente e irresponsable que provocó una burbuja de activos y de crédito y que permitió que se trasladaran a la economía real. Todo el plan refuerza el poder de la institución que creó todo este monstruo con más poderes, que es la Reserva Federal, sin exigirle responsabilidades por sus actos.

P. Hay quien dice que estamos sentando las bases de una nueva crisis...

R. Si no abordamos todos estos problemas, sin duda veremos una nueva crisis. Eso seguro.

P. ¿También en Europa?

R. Europa fue la más lenta en dar respuesta a la crisis, el BCE mantuvo los tipos altos demasiado tiempo, no ha mostrado ninguna intención de ver el estado real del sistema, no ha hecho test de resistencia a sus bancos. La UE no contaba con un colchón de crecimiento cuando estalló la crisis, como EE UU o Asia, así que la recesión es bastante pronunciada. Además, va a verse perjudicada por los efectos de una moneda fuerte, que mina la competitividad de sus exportaciones. Las perspectivas no son maravillosas, aunque tampoco lo son para el resto del mundo.

P. ¿Debería bajar tipos el BCE?

R. Sí y creo que además debería abandonar el objetivo de inflación como su única misión.

P. ¿Y cómo ve la economía española?

R. Era yo el que le iba a preguntar por eso, ¿qué pasa?, ¿no es éste el lugar del milagro?

P. Usted es el experto...

R. España ha tenido su propia burbuja inmobiliaria. Hace unos cuantos años me decían "nosotros somos diferentes, estamos recibiendo muchos inmigrantes, nuestros bancos están bien gestionados". Pero la verdad es que el país vivía una burbuja, que ha acabado afectando a la economía real. Y ahora se está pagando un precio terrible.

P. ¿Cómo se superan sus consecuencias?

R. España no tiene la opción de la política monetaria pero sí de medidas drásticas contra los excesos del crédito hipotecario. Y, por supuesto, las recetas clásicas: la política fiscal, el gasto, las infraestructuras. Todo eso es muy importante. -

Stephen Roach, durante su visita a Madrid esta semana.
Stephen Roach, durante su visita a Madrid esta semana.SAMUEL SÁNCHEZ

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