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Tentaciones
Reportaje:CINE

Mi hija se depila el pubis

Sobre el papel de su nota de prensa, la película francesa LOL, de Lisa Azuelos, se presenta como lo que no es, cine para adolescentes: "LOL nos enfrenta con los atribulados sueños y ambiciones de una generación que siente que tiene el mundo a sus pies. Una generación, la wiki, que encuentra aquí su bandera; son atractivos, sexualmente desinhibidos, y se mueven como pez en el agua a través de las nuevas redes sociales". Hasta su título, acrónimo de laughing out loud [riendo a carcajadas] en el lenguaje de Internet, anticipa poca información sobre su argumento. No se trata, como dicen, de un Gossip girl a la francesa: el uso de las nuevas tecnologías no es exclusivo de los pijos neoyorquinos. Tampoco de un Mentiras y gordas: aquí los protagonistas abrazan una sofisticada estética rockera en vez de la poligonera. En la hora y 42 minutos que dura, salen adolescentes que usan el Messenger, fuman porros y viven sus primeras encamadas; pero más que un bosquejo generacional, ésta es una película sobre el problema de la disciplina en el marco del divorcio. Y en ella, su directora se teoriza a sí misma.

"Con altas dosis de sarkozismo, es un plan de reeducación para padres con complejos izquierdistas. Una llamada al orden" ('Les Inrockuptibles')

Cualquier película de género teen americana opera horizontalmente conjugando distintos arquetipos juveniles (la animadora guarrona, el jugador de rugby, el alumno pobre, etcétera). Ellos, ellas y sus relaciones... Pero LOL gira en torno a un eje vertical: el conflicto generacional. El semanario galo Les Inrockuptibles ha sido tajante tachándola de "altoburguesa y con altas dosis de sarkozismo. Es un plan de reeducación para padres con complejos izquierdistas. Una llamada al orden", remataba Les Inrockuptibles. LOL no entra en el redil del cine adolescente ni a empujones.

En su comedia precedente Comme t'y es belle!, Azuelos hacía un retrato sentimental, a caballo entre la realidad y Sexo en Nueva York, de cuatro madres sefardíes. Aquí encuentra un álter ego de ficción en Anne (Sophie Marceau), una cuarentona divorciada que observa cómo su hijita Lola (Christa Theret) se convierte en una muchacha en flor dispuesta a entregarle la suya al primero que pase. En este caso, a Mäel (Jérémy Kapone), un compañero del instituto que parece una versión aseada de Pete Doherty. Anne es arquitecta (profesión que no le vemos desempeñar jamás) y se tiene a sí misma por liberal, pero no le gusta ni un pelo comprobar lo libre que se siente su hija y experimentar en sus propias carnes eso de que "a tal madre, tal hija". "¡Lola, te has afeitado el pubis. Pareces una actriz porno!", se lamenta, mientras ambas se dan un baño (¿realmente existen personas de 15 años dispuestas a compartir bañera con sus progenitores?). "Hombre, yo no me siento muy representada con esa juventud dorada que muestra LOL", cuenta Theret vía telefónica. Su compañero de reparto, Kapone, que tiene un grupo de rock tanto en la realidad como en la ficción, coincide con ella: "Ni la introspección propia de la adolescencia ni su lado más oscuro. Hacía mucho tiempo que una película francesa no mostraba la cara alegre de esta etapa".

"Ver crecer a una hija plantea muchas cuestiones a las madres que, como yo, han tenido que librar su propio combate feminista. Tuvimos que luchar para conquistar el derecho a disponer de nuestras vidas, pero nos cuesta dar esa libertad a nuestras hijas. Lo cierto es que no las criamos como a sus hermanos varones, por muchos libros para madres abiertas e igualitarias que hayamos leído", aclara Azuelos respecto a LOL. Efectivamente, Anne se pasa toda la película intentando ser una madre menos laxa; echándole cuentas a la herencia de la revolución del 68 mientras pasea por su dúplex de 400 metros vestida con jerséis de cachemir y bebiendo vino tinto en copas de balón. "La mujer no puede ni debe vivir su sexualidad como el hombre", dice en una escena. Lo cual no le impide arrojarse a los brazos de un policía, porque ¿puede haber algo más romántico que navegar Sena arriba en lancha con el poli bueno?

LOL encuentra su antecedente más cercano en La boum (1980), una película dirigida por Claude Pinoteau y protagonizada precisamente por Sophie Marceau, que da vida a Vic, una niña de 13 años cuya máxima motivación en asistir a boums (fiestas de las de meterse mano). Según Theret: "Claro que he visto La boum. Lo hice mucho antes de saber que iba a salir en LOL. Es un mito del cine francés del que Azuelos no ha intentado hacer una continuación. Lo que ella ha hecho es su propia película". Sin embargo, algunas críticas como la de la revista Télérama han señalado que "quizá el mayor mérito de LOL sea mostrar cómo sería esa Vic 30 años después".

A la semana de su estreno, LOL ocupaba el primer puesto de la cartelera francesa, por encima de las oscarizadas El curioso caso de Benjamin Button, de David Fincher, y Slumdog millionaire, de Danny Boyle. Y aunque la crítica ha cuestionado la eficacia de la cinta de Azuelos, a día de hoy cuatro millones de espectadores se han sentido atraídos por su historia. El cine teen no ha encontrado en ella una réplica europea a las producciones americanas. Ha sido la autoridad paterna la que ha ganado una referencia cinematográfica.

LOL se estrena hoy en cines de toda España.

La hija rebelde de <i>LOL,</i> Christa Theret, y su rollo Jérémy Kapone.
La hija rebelde de LOL, Christa Theret, y su rollo Jérémy Kapone.

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