Maquinaria socialista en 'stand by'
La organización del PSPV en la ciudad de Valencia lleva ya seis meses disuelta
La reconstrucción del partido socialista en Valencia, la tercera ciudad de España, no tiene fecha ni calendario. Lo reconoció el secretario general del partido, Jorge Alarte, el pasado lunes cuando expiraba el plazo para rehacer su estructura en la capital. "No ha habido ningún cambio en la estrategia. Habrá un congreso y se elegirá una dirección. No hay más vuelta de hoja", confirman en el PSPV-PSOE.
"A estas alturas y después de los malos resultados del 7 de junio es una desfachatez que Alarte diga que no hay fechas. A los militantes sólo se les ha llamado para que hagan de interventores el 7-J", objeta un militante crítico con la gestión del secretario general. "Tiene a toda la militancia en stand-by; es el vacío más absoluto". Muchos militantes -cerca de 2.100, según los datos oficiales- no entienden que a dos años vista de las elecciones municipales y autonómicas, la maquinaria de la ciudad esté parada. "Eso por no hablar de si a Camps se le ocurre adelantar los comicios. Sería un desastre", vaticinan. En las municipales de 2007, el PSPV se quedó a 23 puntos de distancia del PP, que pronto cumplirá 18 años en el Gobierno de la capital.
En la sede socialista de la calle de Blanquerías se muestran impermeables a las críticas y aseguran que se trabaja con absoluta normalidad. Mientras se avanza en un calendario cuyos tiempos sólo conoce la dirección, las críticas llueven. Las protestas llegan de todos los rincones del partido, incluso de los leales a Alarte que, en palabras de una militante, están desmoralizados "porque se han quedado sin argumentos para defender al jefe".
La comisión delegada, creada hace seis meses tras la disolución de la dirección local y las seis agrupaciones de la ciudad, cerrará en julio sus trabajos, pero con retraso sobre los plazos previstos en un principio y con objetivos por cumplir.Se han hecho algo más de 900 entrevistas a militantes socialistas de Valencia -muchas por correo electrónico- y en unos días el presidente de la comisión delegada, el diputado autonómico José Camarasa, hará una propuesta sobre la división del partido en la ciudad -de las 19 agrupaciones que se barajaban se ha pasado a 11 o, incluso, a menos-. "Cuando se disolvió el partido en la ciudad, Alarte prometió un local para cada agrupación y respaldo económico desde la dirección del PSPV", recuerda un cargo municipal. La realidad se ha impuesto y todo apunta a una estructura más reducida, probablemente para economizar. Poco se sabe de la campaña de afiliación para ampliar el número de militantes y simpatizantes de la que se habló hace medio año.
Entre la vieja guardia cunde el temor a que la nueva estructura se apoye en una dirección de treintañeros, de la que se excluya a los más veteranos. Tampoco está claro quién puede tomar las riendas de la capital.
En los últimos meses se han aireado varios nombres sin que ninguno sea a estas horas el claro favorito. Ahí están el director de Comunicación del partido, Salvador Broseta, militante de Benimaclet; el secretario de Estudios y Programas y asesor municipal, Carlos González Triviño, o los candidatos que postulan los ex dirigentes de la ciudad José Luis Ábalos o Rafael Rubio, la concejal Mercedes Caballero o el ex secretario de Organización Julio Such. Junto a ellos el concejal socialista Juan Soto, coordinador de la corriente Izquierda Socialista en el País Valenciano, no descarta presentarse.
En Blanquerías la respuesta es de manual: "El próximo secretario o secretaria general será el que tenga más votos en la asamblea de Gran Valencia". La sensación es que tampoco en eso hay nada decidido.
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