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Tribuna:Laboratorio de ideas
Tribuna
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Cinco pasos para completar la recuperación

El que también se haya puesto de moda en Europa y en España el término brotes verdes, me da pie para intentar explicar, de forma menos bucólica, pero más intuitiva, qué pasos habrá que dar para salir de una recesión tan severa y global como la actual y terminar recuperando unas tasas de crecimiento y unos niveles de PIB parecidos a la media tendencial de las últimas dos décadas.

Lo primero que conviene advertir es que la crisis actual ha producido una recesión global y casi sincrónica (como ya había advertido yo en 2004, y en este mismo periódico, que podría ser la próxima recesión), puesto que se ha desplomado la demanda privada debido al endurecimiento de las condiciones financieras, a la mayor incertidumbre y a la fuerte caída de la riqueza mundial por el desplome de los precios de los activos financieros y reales, estimada en un 70% del PIB global.

EE UU y la Zona Euro podrían haber tocado ya fondo, pero la recuperación de Europa irá más despacio

Sin embargo, su fase de recuperación va a ser asincrónica: unos países saldrán antes que otros, dados sus diferentes niveles de desequilibrios y problemas estructurales y las diferentes medidas que hayan tomado o que tomen, ya que en la recuperación, las medidas de oferta juegan un papel mucho más importante que en la caída, donde se han concentrado en compensar el desplome de la demanda privada.

El primer paso que hay que dar para salir de una recesión es, paradójicamente, tocar fondo, y la mejor manera de saberlo es a través de la tasa de crecimiento intertrimestral, es decir, la resultante de comparar la tasa de crecimiento de un trimestre con la del anterior. Una economía toca fondo cuando alcanza su tasa intertrimestral de crecimiento más negativa. Ahora bien, no se sabe con certeza si se ha tocado fondo o no hasta el trimestre siguiente al que se supone que se ha tocado fondo, ya que este último puede resultar aún más negativo que aquel en el que se creía que ya se había tocado o, por el contrario, mostrar una mejora.

En este momento se estima, de acuerdo con algunos indicadores adelantados de varios organismos internacionales, que tanto Estados Unidos como la zona euro estarían tocando fondo en este segundo trimestre de 2009. Sin embargo, la recuperación de Estados Unidos podría ser algo más rápida que la de la zona euro, de ahí que sus autoridades económicas hayan mencionado los brotes verdes, pero estas dos estimaciones no se confirmarán hasta que salgan las del tercer trimestre. Dicha estimación podría acertar, ya que Estados Unidos suele ser el primero en recuperarse, dada su mayor flexibilidad de precios y salarios y su menor nivel de estabilizadores automáticos. Es también bastante probable que España estuviera ya tocando fondo este trimestre y que, de no ser así, lo haría en la primera parte del tercero.

El segundo paso que hay que dar es alcanzar una tasa de crecimiento intertrimestral positiva, lo que podría lograrse en el último trimestre del 2009 tanto en la zona euro como en Estados Unidos o incluso en España, aunque sería relativamente más débil en la zona euro y en España que en Estados Unidos.

El tercer paso es alcanzar una tasa de crecimiento interanual positiva, que Estados Unidos podría conseguir en el primer trimestre de 2010, y la zona euro y España, en el segundo. Sin embargo, la tasa interanual americana en dicho año, aun siendo relativamente reducida, podría ser algo más elevada que la de la zona euro, y la de ésta podría ser más elevada que la de España.

El cuarto paso que hay que dar es alcanzar la tasa de crecimiento potencial, también llamada tasa de crecimiento tendencial, que es aquella que resulta de extraer, a través de una serie de filtros (PAT en EE UU y HP en Europa), los componentes cíclicos, estacionales e irregulares y dejar sólo su componente tendencial. Aunque ambas tasas surgen de orígenes conceptuales diferentes, sin embargo, a largo plazo, son ambas consistentes, ya que tienden a ser equivalentes.

La tasa de crecimiento potencial surge en un contexto más keynesiano donde la economía puede moverse por largos periodos en sintonía con las fluctuaciones de la demanda agregada, siendo su medición independiente de la oferta agregada. Para ello puede utilizarse un enfoque de contabilidad nacional o utilizar un modelo estructural de la economía (como un VAR estructural).

En esta línea surge, por ejemplo, la idea de la tasa potencial a largo plazo como aquella que no produce una aceleración de la inflación. Por el contrario, la tasa de crecimiento tendencial es un concepto más relacionado con una noción neoclásica de la economía, donde la evolución económica está muy correlacionada con la de la oferta y con las decisiones optimizadoras de los agentes económicos.

Alcanzar esta tasa de crecimiento tendencial puede llevar cierto tiempo, ya que sólo se consigue aquel año en el que la tasa de crecimiento interanual esperada o proyectada sea superior a la tasa estimada de crecimiento potencial.

Es probable que esta tasa se consiga por algunos países en 2011, especialmente aquellos que han sufrido menos la crisis, como Australia o Canadá y algunos emergentes, mientras otros lo alcanzarían a principios de 2012, como Estados Unidos, mientras que la zona euro sólo lo lograría a finales de 2012 y otros países que han sufrido choques mayores o problemas añadidos la alcanzarían posteriormente.

Aquellos países que hayan realizado reformas en sus mercados de bienes, servicios y trabajo y en su capital humano y sus sistemas productivos, para mejorar su eficiencia económica y productividad, alcanzarían dicha tasa antes que aquellos otros que no las han hecho o no las hagan.

Sin embargo, haber dado este paso en el proceso de recuperación de las economías es fundamental, ya que sólo creciendo por encima de la tasa de crecimiento tendencial durante cierto tiempo puede darse el último paso necesario para conseguir la recuperación definitiva.

Este quinto y último paso para completar la recuperación económica se mide no en términos de tasas de crecimiento del PIB, sino en términos de niveles de PIB, y consiste en conseguir que el nivel de PIB actual alcance su nivel potencial a largo plazo estimado o, lo que es lo mismo, que el nivel de PIB medido en dólares o en euros coincida con el nivel potencial estimado a largo plazo. Con este paso se daría por cerrado el llamado output gap, o brecha de la producción, es decir, la diferencia entre los niveles actuales y potenciales de producción de la economía.

Este último paso podría llegar a tardar algunos años más en alcanzarse, ya que se estima que la brecha global entre ambos niveles podría alcanzar el 7% en 2010. Algunos países, especialmente los emergentes asiáticos y algún iberoamericano, cerrarían su brecha entre uno y dos años antes que los países avanzados, ya que la brecha de estos últimos es mayor, y dentro de los desarrollados, Canadá y Australia la cerrarían antes que Estados Unidos, y éste, antes que la zona euro.

Advierto al lector que esta explicación, aunque desde el punto de vista de las teorías y fases evolutivas de los ciclos entiendo que sería correcta, sin embargo, estaría sujeta a desviaciones, siendo éstas crecientes conforme progresan las etapas de la recuperación, y podría tener un amplio margen de error respecto a cuándo se cerrarían las brechas entre los niveles de PIB actuales y potenciales.

Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR).

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