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Reportaje:Empresas & sectores

Vino sobrado de apellidos

Las familias Masaveu y García (Mauro, San Román y Aalto) relanzan las Bodegas Leda en la Ribera del Duero

Miguel Ángel García Vega

La materia con la que se elabora el vino es el terruño y el tiempo. Pero también hay química. Al menos familiar. Como la que se ha creado entre la emblemática familia asturiana Masaveu y los miembros de la familia García, responsables de caldos que todo aficionado lleva en el paladar como Mauro, San Román, Terrus o Aalto.

Juntos han entrado con cepas y bagajes en la nueva Bodegas Leda (Tudela de Duero, Valladolid), un proyecto que se reinventa con la llegada del Grupo Masaveu, que adquiere el 75% a los antiguos socios, y la participación de Mariano García (25%), considerado uno de los grandes enólogos de Europa. De hecho, suyos son algunos de los más celebrados Vega Sicilia, bodega donde fue responsable de la elaboración del vino durante dos décadas. Sin embargo, en Leda, el día a día de la viña estará a cargo de sus hijos Eduardo y Alberto García. Y tendrán trabajo, pues el modelo con el que quieren relanzar la bodega exige coordinación y perfecto ensamblaje entre viñas y viticultores.

El objetivo es producir 80.000 botellas anuales con dos marcas

Es un mecanismo de orfebrería, ya que Leda no trabaja con viñedos propios, sino que selecciona, supervisa y compra la uva a unos 40 viticultores cuyas cepas se reparten a lo largo del valle del Duero. Son viñedos pequeños (no superan la media hectárea), todos de la variedad tempranillo, situados en laderas que miran al sur y nutridos por terrenos pobres. Con esto se consiguen racimos pequeños donde el hollejo de la uva tiene toda la expresión y el sabor de la tierra en la que crece. Es un terruño que sufre tanto que los rendimientos no sobrepasan los 4.000 kilos por hectárea.

Con esta propuesta en las viñas, el objetivo es comprar unos 100.000 kilos de uva anuales que se transformarán en 80.000 botellas (una producción pequeña en comparación con la que mueven otras bodegas de la zona), las cuales se reparten en dos vinos: Más de Leda y Leda Viñas Viejas. De la primera saldrán al mercado unas 70.000 botellas este mes de junio. El primero es un caldo, dice Alberto García, amable, primario, fresco, accesible y jugoso; con una crianza más corta que su compañero de viaje. El segundo es intenso, mineral, opulento y elegante y surge de viñas de más de cincuenta años. De ahí su nombre. Ambos nacen fuera de la Denominación de Origen de Ribera de Duero y en la etiqueta de las botellas sólo se leerá Tierra de Castilla como ya sucede, por ejemplo, con Mauro. Esta libertad a la hora de escoger y seleccionar la uva y efectuar los ensamblajes de las mismas es otra de las señas de identidad. ¿Y el precio? Para el vino viejo estará en los 35 euros en tienda y para el joven en unos 14.

Al igual que ocurre en otros vinos de la casa (Mauro, San Román, Aalto, Prima...), la exportación se lleva buena parte de las botellas. Cerca del 40% de esas 80.000 botellas cruzarán la frontera hasta llegar a Suiza, Estados Unidos, Alemania, Italia, Suecia, Brasil, Austria, Dinamarca...

Desde luego, si algo, además de la participación de Mariano García, hace singular a esta propuesta es la presencia de la familia Masaveu, que se está mostrando muy activa en su rama de bebidas. A través de Bodegas & Viñedos de la Casa Masaveu, que dirige José Masaveu, cuenta con cuatro bodegas que elaboran vinos a partir de sus propios viñedos. Se trata de Murua (Rioja), Fillaboa (Rías Baixas), Pagos de Araiz (Navarra) y Llagares Valverán (Asturias) a lo que suman una participación del 40% en Aalto (Valladolid). En Bodegas Leda se ocuparán de la gestión financiera y comercial aprovechando, por ejemplo, la red de distribución que ya poseen.

En un mundo tan pequeño, pese a lo que se pueda percibir desde fuera, como es el del vino español, se habla mucho estas semanas de esta potente química entre ambas familias. "Estamos con quienes, en nuestra opinión, elaboran el mejor vino de España. Crean caldos expresivos que plasman el terruño al que pertenecen", elogia José Masaveu.

El objetivo de la familia asturiana, en este nuevo proyecto, es presentar al mercado unos vinos de gran calidad. Y si es necesario mirar de soslayo a la crisis, se hace. "Cuando entramos en un negocio nunca nos fijamos si hay crisis o no; nos quedamos si nos interesa", afirma rotundo Masaveu. Y añade: "No buscamos los números, sino la calidad". Eso sí, el camino de las bodegas para el Grupo Masaveu parece ya andando. "No queremos más bodegas. Estamos en casi todas las grandes denominaciones de origen que nos interesan", concluye. -

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Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.
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