Cuatro goles hechos leyenda

París 1992, Londres 2006, Roma 2009. Koeman, Belletti, Eto'o y Messi. Johan Cruyff, Frank Rijkaard y Pep Guardiola. Sampdoria, Arsenal y Manchester United. Tres ciudades. Cuatro goleadores. Tres entrenadores. Tres rivales. De esa forma ha escrito el Barça las páginas que empiezan a situarlo a la altura de una grandeza que hasta 1992 no se había traducido en el título más importante.

La larga persecución del trofeo más codiciado ha dimensionado más los logros azulgrana. El gol de Koeman en la prórroga del partido contra el Sampdoria, en Wembley, está ya en la memoria colectiva del barcelonismo y fue reproducido a escala real en la exposición con motivo del centenario del club (1999). "Fue un disparo fuerte, bonito, el más apropiado para esa falta", resumió Cruyff, el técnico del dream team, que rompió la desgracia que perseguía al equipo tras sus derrotas en las finales de Berna 1961 y Sevilla 1986.

Belletti, un defensa, un secundario, fue, junto a Valdés, el héroe de la final de París, hace tres años. El brasileño, ahora relegado al ostracismo en el Chelsea, no fue titular. Pero Rijkaard le ordenó calentarse nada más iniciarse la segunda parte y le dio entrada por Oleguer. "Teníamos mucha presión. El club sólo había ganado una vez el título, pero sabíamos que íbamos a vencer", cuenta Belletti, que nunca deja de emocionarse cuando recuerda su jugada más importante: "Decidí hacer una diagonal, Larsson me vio, me pasó y, como ya no tenía opción de pase, chuté".

En Roma, Eto'o se convirtió en el primer jugador del Barça que anota en dos finales, y Messi, con el cabezazo que sentenció, demostró que la estatura no es un impedimento para la valía futbolística.

Cuatro goles, tres títulos. El Barça se erige además en el quinto equipo en lograr el triplete (Champions, Liga y Copa), por detrás del Celtic (1967), el Ajax (1973), el PSV (1988) y el Manchester (1999).