Santiago replica a la Iglesia que la Quintana es de uso público

Tanto el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, como el portavoz del BNG, Guillerme Vázquez, han reaccionado a los comentarios realizados el lunes por el deán de la catedral compostelana, José María Díaz. Ambos políticos recordaron ayer al canónigo que la Praza da Quintana, donde se abrirá el 31 de diciembre la Porta Santa, es un "espacio público", y por lo tanto la ciudad no va a prescindir de ella para dejarla a disposición exclusiva de la Iglesia.

Vázquez pidió "ponderación" al Arzobispado, en cuya sede tuvieron lugar las declaraciones del deán, porque la Quintana "pertenece al pueblo" y no puede ser "privatizada por ninguna confesión religiosa". "Felizmente estamos en un Estado laico, y las calles son de todos, y no de ninguna institución, por relevante que sea", continuó el nacionalista: "La Iglesia debería pronunciarse con mayor moderación y no actuar con prepotencia". En rueda de prensa, el presidente del cabildo catedralicio dijo que "hay otros lugares" en la ciudad a los que se pueden trasladar los conciertos y las manifestaciones, entre éstas, la que celebra el BNG el 25 de julio. "Este año nos manifestaremos con más fuerza si cabe", advirtió ayer Vázquez, "La Quintana es del pueblo, no de ninguna Iglesia".

Por su parte, en una entrevista con la SER, Bugallo recordó que la de liberar la Quintana de actos no religiosos es una vieja demanda de la Iglesia que se repite cada cierto tiempo. El alcalde se comprometió a buscar "un equilibrio" y aseguró que durante el Año Santo 2010 "se tratarán de evitar los actos que dificulten el acceso a la Porta Santa". Pero añadió que "ésta tiene un horario de apertura compatible con otros actos", por lo que el Gobierno local no puede "aceptar que no se emplee la plaza, que es el corazón del casco histórico, para nada más". Bugallo reconoció, no obstante, que no había sido demasiado "afortunada", durante un concierto celebrado en la Quintana, la instalación de váteres portátiles pegados a la puerta del perdón, un hecho que el lunes criticó el deán.