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Hay vida después de Alecrín

Casi 500 prostitutas han sido asistidas desde enero por Médicos del Mundo - Vagalume atendió a más de 200

No hay cifras actualizadas, tampoco la antigua Consellería de Servizos Sociais realizaba ningún cómputo sobre la prostitución en Galicia. Mientras otras comunidades sí publican anualmente informes, ni siquiera el publicado por la Fiscalía del Tribunal Superior de Xustiza el pasado marzo consiguió arrojar luz sobre la situación de este colectivo. Hasta su desaparición, era Alecrín la asociación que más información propiciaba, gracias a que ejercían una labor de denuncia además de gestionar el centro de atención y acogida.

Esta última labor se ha perdido, pero el trabajo informativo y de atención sigue en manos de ONG como Médicos del Mundo. También ellos disponen de datos exhaustivos, al atender a las prostitutas a pie de calle. Su coordinador, José María Freire, cifra en 489 el número de mujeres atendidas en su unidad móvil desde enero. Vagalume, de Cáritas, a más de 200. Gracias a asociaciones como estás, sí se puede tener una idea aproximada del número de mujeres que se prostituyen en Galicia, además de saber de dónde vienen y en qué condiciones ejercen. Constatan algú datos más: la horquilla sobre la que sitúan la prostitución ilegal, oscila entre el 80 y el 99%.

Las ONG buscan en la prensa pisos donde se ejerce la prostitución
Vagalume se centra en locales de alterne y cuenta con un centro de atención

El operativo que ponen en marcha estas asociaciones es, en la mayoría de casos, una unidad móvil que recorre todo el territorio (cada una acota su zona para no pisarse). El vehículo se acerca a clubes, va por carreteras y busca en pisos a estas prostitutas para orientarlas y proporcionarles anticonceptivos, lubricantes, higiene, y su tarjeta de visita, para que sepan donde acudir. La tarea de las organizaciones acaba ahí, cada una con su su filosofía. La de Vagalume (de Cáritas y las hermanas Oblatas), pasa por convencerlas de que hay una vida mejor si salen de su aislamiento. Así lo cuenta la coordinadora, Cleo Rodríguez, quien asegura que las mujeres están totalmente alejadas de la vida real: "Tú estás aquí porque querías una vida mejor: huye, sal de aquí".

Vagalume hace siete rutas por bares de carretera, "que nos dejen entrar aunque sea por la puerta de atrás", pide Cleo, al relatar la gran cantidad de problemas que encuentran con los proxenetas: "No se fían. Creen que vamos a denunciarles, pero ese no es nuestro cometido, queremos crear lazos de confianza y que vengan, que confíen en nosotras, que digan a su compañera: ve ahí, que te ayudan". Las hermanas Oblatas tienen un centro de día que puede recibir la visita de 21 prostitutas por jornada. Además, disponen de un "piso de seguridad" donde intentan reinsertar a mujeres. "¿Por qué quién reconoce que no le importa que una prostituta trabaje en su casa?", lamenta Cleo, "las ayudamos a conocer nuestra cultura y a sentirse como todos".

Cáritas conoce bien la realidad de los clubes. Y aunque no denuncian, como sí hacía Alecrín, no dan la espalda a la realidad y piden a sus chicas que lo hagan: "Apenas hay redadas, es escandaloso", se queja Cleo. "Sí, cierran un bar, y la policía lo pone como cerrado, pero a la semana siguiente, reabre con otro nombre y dueño". La coordinadora de la ONG se queja: "En otras profesiones, repatrian a ilegales, ¿por qué en ésta no?".

La unidad móvil de Médicos del Mundo se centra sobre todo en los clubes y pisos. La organización está reelaborando su calendario de intervención por zonas ahora que Alecrín no está. Tampoco rellenará, sin embargo, el hueco que deja Alecrín como organismo denunciante. José María Freire reconoce, al igual que Vagalume, que su labor es identificar los pisos, pero "acaba ahí, porque lo de la policía es un tema muy delicado".

Su objetivo es "combatir la injusticia" en todos los ámbitos, "pero con ayuda, atención, rompiendo desconfianzas y siendo punto de referencia". Su unidad recorre, sobre todo, la provincia de A Coruña. Pero siempre hay una batida una vez a la semana en busca de pisos donde se ejerza la prostitución. Encontrarlos, dicen, no es nada complicado: "No hay más que abrir un periódico, ahí están todos y llamamos", explica Freire, "que nos dejen entrar es otra cosa, muchas no tienen papeles".

El 90% de las prostitutas en Galicia son extranjeras y sin papeles. Por eso para muchas al miedo a las represalias de los proxenetas se une el temor de ser expulsadas. Según Médicos del Mundo, proceden de Nigeria, países del Este, Rumanía, América Latina y Brasil. También las hay orientales. El 30 de abril dos mujeres chinas aparecieron muertas en un piso. La ex presidenta de Alecrín, Ana Míguez, se queja: "Ya no estamos nosotras, y yo de esto no oí ni una denuncia".

Las asociaciones están convencidas de que Alecrín volverá, aunque sea bajo otro nombre. Míguez no lo niega. "Son demasiado valientes, cabezotas y luchadoras para dejarlo", explica Freire, "de alguna manera, tienen que volver".

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