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Laïka Fatien homenajea en Vigo el repertorio de Billie Holiday

"Desgraciadamente para mí, el próximo 17 de julio

[cuando se cumplirá medio siglo de la muerte de Billie Holiday, a quien dedica su nuevo disco] no cantaré, o lo haré en mi casa, quizá en la calle", dice la cantante y actriz Laïka Fatien (París, 1968), molesta con la presencia, en esa fecha señalada, de la vocalista Madeleine Peyroux en el Festival de Jazz de Vitoria, compartiendo cartel con Randy Crawford (voz) y Joe Sample (piano). "El panorama actual del jazz vocal es desesperante: es tan pobre y artificial que no me gusta y no quiero reconocerme en él, sólo escucho discos antiguos".

La sinceridad de esta mujer, poco frecuente en una esfera musical rodeada de clichés, tiene como primera destinataria a ella misma cuando se niega la definición de "cantante de jazz" que le reserva la crítica especializada europea: "La última representante de esa raza es Abbey Lincoln, las demás sólo hemos vivido una cuarta parte de lo que vivieron estas mujeres". Estas coordenadas acercaron a Laïka Fatien al universo de Lady Day, a quien homenajea en su segundo disco, Misery (2008).

Todo comenzó con una obra de teatro sobre la vida de Holiday. Pero el mito pudo con ella. Tras dos años de trabajo, la artista aparcó la función y empezó a darle vueltas a otra idea, la de grabar un disco con las canciones de la norteamericana, "con los temas que más tienen que ver con su vida y con la mía". En 2006, la cantante viajó hasta Vigo para encontrarse con el batería Gregory Hutchinson, quien actuaba en la ciudad, y seguir dando forma al disco.

En los directos, como el que trajo a Fatien para cerrar el XIV Ciclo de Jazz de la Barrié, Hutchinson es reemplazado por Daniel García Bruno, pareja de la cantante y otra pieza clave del proyecto musical junto con el saxofonista David El Malek. El quinteto, con el pianista Pierre Alain Goualch y el contrabajista Thomas Bramerie, revisita las composiciones de Holiday. La mezcla de ternura y dureza de los textos permanece intacta y lleva a la cantante a las lágrimas. "No es Billie, ahora soy yo".

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