"Cuanta menos regulación, mejor"

Ha sido jurar el cargo y toparse con la crisis láctea. Samuel Juárez (León, 1962) lleva las riendas de la Consellería de Medio Rural con la vista puesta en la campaña de incendios de verano, pero le faltan manos para apagar un fuego bien distinto, el de un sector, el agrario, en plena convulsión por la caída de los precios en origen. Es un convencido de las bondades del mercado, pero admite que el papel de las administraciones en el sector primario resulta más justificado. Y apela a una lealtad que no ve entre Xunta y Gobierno central.

Pregunta. El ministerio comienza a realizar inspecciones a la importación de leche y la Xunta también tiene capacidad para hacerlo. ¿Qué resultados espera?

"No descarto que se produzcan más ERE como el de Leche Pascual"

"Falta lealtad entre la Xunta y el Gobierno en la crisis láctea"

"Ahora no se pueden cambiar los planes antiincendios"

"Serán los tribunales los que se pronuncien sobre el 'dumping"

Respuesta. Hacemos inspecciones a todos los movimientos de leche, no sólo a las importaciones. Queremos evitar posibles fraudes. Ese es el objetivo, sabiendo que las inspecciones no son la solución a nada. Tratamos de reducir riesgos, y evitar a la vez movimientos especulativos. Es una medida complementaria.

P. ¿Y de las denuncias ante las autoridades de Competencia contra las distribuidoras?

R. Me parece apropiado que el sector defienda sus intereses. Hacen muy bien. Se están realizando importaciones, no sólo de leche, también de quesos, de algunos países europeos que a mi modo de ver tienen precios exageradamente bajos. Se trata de ver si se vulneran algunas normas comerciales que no permiten vender por debajo de precio de coste.

P. ¿Está despejada la legalidad del pago único de los 70 millones de euros de la PAC?

R. Estuve con el secretario de Estado en el ministerio y está claro que hubo un malentendido. La Xunta anunció un sistema de créditos sin coste para el ganadero, de tal forma que las entidades adelanten el dinero si está certificado el pago único. No se trata de adelantar el pago, sino que se instrumenta a través de un adelanto por parte de las entidades financieras. Así lo entiende ya el ministerio.

P. ¿Cree que un plan estratégico a siete años es la solución cuando lo que se demandan son actuaciones de choque?

R. El plan del ministerio tiene partes positivas, pero echo de menos dos cosas. Primero, alguna medida a corto plazo, porque prácticamente todas ellas se aplicarán el próximo año. Y, segundo, hace falta un plan para adaptar a la industria a la situación actual y hacerla más competitiva en el entorno europeo. P. ¿Cuáles son los pasos que va a dar la Xunta ahora?

R. Creemos que, al margen de generar líneas de circulante para ganaderos y cooperativas con el fin de mejorar su financiación a corto plazo, es necesario relanzar la interprofesional láctea. Es una cuestión a nivel de todo el Estado. Tratamos de convencer al ministerio para que le dé un impulso. El objetivo es llegar a acuerdos entre los productores y la industria para evitar esta situación pendular que tenemos ahora en cuanto a las oscilaciones de precios. Aquí no cabe el desánimo. Es el momento.

P. Da la sensación de que el ministerio va por un lado y la Xunta por otro...

R. Quizás ha habido falta de comunicación apropiada en algún momento. Y es verdad que la solución pasa por Bruselas, pero debemos tener un planteamiento realista. Las cuotas finalizan en el 2015. Tenemos la impresión que desde las comunidades se pide al ministerio cuestiones que no son realistas y, de otro, Madrid no siempre trabaja con total apertura hacia las comunidades. Creo que, por los dos lados, no hay un comportamiento realmente leal, en el amplio sentido de la palabra.

P. En el debate sobre el estado de la nación, Zapatero se cuidó de emplear la palabra dumping para referirse a las importaciones francesas. ¿Usted es de los que piensan que existe tal práctica?

R. Yo creo que hay ventas a precios muy bajos para tratar de preservar el mercado propio. Y eso, en el común de lo que entendemos todos, es el dumping. Pero en este caso serán los tribunales los que se pronuncien una vez haya denuncias. No es fácil demostrarlo.

P. ¿Será el Igape una herramienta a emplear para apoyar al sector lácteo, como se hizo con el pago de la supertasa durante años?

R. Nosotros queremos que el Igape trabaje para dotar al sector agrario de instrumentos financieros útiles. Todas las herramientas serán positivas.

P. ¿Marcará una nueva reconversión láctea el fin de las cuotas?

R. Si se prepara adecuadamente, el sector puede competir en el entorno comunitario. Es verdad que hay un problema estructural, con una base territorial que no es adecuada. El sector puede llegar a ser perfectamente competitivo.

P. ¿No cree que estar a favor del abandono de las explotaciones en una forma de bajar los brazos?

R. La reducción de las explotaciones en los últimos años ha sido tremenda, de más de 80.000 a 13.000 en diez años en el caso gallego. Fue una reconversión brutal. Ahora mismo el problema no está en la reducción de explotaciones. No obstante, hay explotaciones que por cuestiones generacionales van a abandonar, y si hubiera un plan, se les daría una salida digna. La solución al problema no es ahora el abandono.

P. El lácteo es un sector intervenido y regulado y sus mensajes son propios de un liberal. ¿Cómo se conjuga eso?

R. Creo que la Administración debe jugar un papel regulador en la economía. Y, quizá, ese papel está más justificado en el sector agrario, que depende mucho de factores externos. Los ganaderos son un eslabón demasiado débil en la cadena de valor. Dicho esto, creo que cuanto menos regulación, mejor. Hay que dejar cierta libertad. Con un régimen de cuotas, por ejemplo, dejar al sector capacidad para que se pueda comprar y vender es positivo.

P. Bruselas parece estar más lejos que nunca. ¿Cree que el Gobierno actúa con determinación?

R. Honestamente, en esta última negociación los países con déficit de cuotas deberíamos haber logrado un trato mejor.

P. El grupo lácteo ni está ni se le espera, a decir de sus palabras...

R. No creo que la Administración a estas alturas pueda, ni deba, ni siquiera que sea capaz, de liderar grupos industriales. Es una cuestión que responde al sector privado en cualquier país moderno. Otra cosa es que la Administración ponga instrumentos al servicio de ese proyecto. Ni podemos, ni debemos, ni sabemos. Cualquier persona que conozca mínimamente el sector por dentro sabe que en estos momentos no es factible.

P. ¿Le han pedido algunas cooperativas, caso de Feiraco, que la revisión del concurso eólico no le reste megavatios sobre los concedidos?

R. A mí nadie me ha planteado ni hablado sobre el concurso eólico en relación con las cooperativas.

P. ¿Trabaja la Xunta con la eventualidad de que se repitan ERE como el de Leche Pascual en Outeiro de Rei?

R. No lo descarto. No tengo noticias de ninguna situación de ese tipo, pero desde luego es posible.

P. ¿Con qué se va a quedar de la gestión del bipartito sobre la política contra los incendios? ¿Recuperará el modelo de la etapa Fraga?

R. La política antiincendios de la etapa de Fraga fue eficaz. La de Medio Rural en el año 2006 se demostró como absolutamente ineficaz. Ese año hubo un 50% menos de incendios que el anterior, y pasó lo que pasó. En 2007 y 2008, cuando se modificó el sistema, llovió. No me sirven como referencia. Conclusión, el sistema no está probado. Ahora mismo no hay tiempo para cambiar nada. Vamos a tratar de vivir este año con este sistema y aprender a mejorar sobre esa base.