Heredad de Bolín
Una moción de censura recompone otra vez el mosaico político de Benalmádena
Hace dos años Jesús Fortes fundó Iniciativa Democrática por Benalmádena (IDB) para combatir lo que definió como "estafa política de increíbles consecuencias", porque el PP, partido por el que fue cabeza de lista en 2003, "había traicionado a sus electores y se había vendido al entonces alcalde, Enrique Bolín, colocando como candidato "a uno de los más directos colaboradores" de éste. Hoy, dos años después de los comicios de 2007, Fortes dará su voto para que ese ex colaborador de Bolín que le quitó el puesto en el PP, Enrique Moya, sea investido alcalde de Benalmádena al frente de un gobierno del que formará parte también el partido bolinista. Entre los 13 concejales que han suscrito el pacto para la moción de censura se cruzan viejas enemistades pero, por encima de todo, a fecha de hoy les une la ambición de derrocar al socialista Javier Carnero, que logró el sillón, entre otras circunstancias, favorecido por la división de la derecha benalmadeña que ahora tendrá la oportunidad de demostrar desde el poder si su reconciliación es sincera.
El PP arrebata hoy al PSOE la alcaldía de la localidad con ayuda de independientes
El controvertido Bolín gestionó la ciudad como si fuera de su propiedad
El trayecto recorrido por Fortes bien puede servir de ejemplo de lo que ha sido la vida política de Benalmádena, determinada siempre por la fuerte personalidad de Enrique Bolín quien -pese al fuerte crecimiento de la ciudad, que ronda ya los 60.000 habitantes- la gestionó poco menos que como su heredad. Ahí están varios procedimientos judiciales abiertos por prevaricación, en uno de los cuales está implicado Moya por el rescate de la anterior concesionaria de la limpieza. La Cámara de Cuentas ha detectado graves anomalías en las adjudicaciones y contrataciones del Consistorio, con pagos irregulares que sólo en 2005 superaron los 21,8 millones.
Bolín fue nombrado alcalde en 1966, con apenas 21 años, y ocho años después dimitió por discrepancias con el gobernador civil, y volvió al sillón ya por elección democrática en 1979. Ingresó en Alianza Popular (AP) y fue también senador. El PP lo expulsó en 1989 después de que fuera detenido en su yate en aguas gibraltareñas con cocaína y vídeos pornográficos. Sin embargo, después suspiró por reincorporarle en sus filas desde que en 1995 volvió a la actividad política con un partido de nueva creación, el Grupo Independiente de Benalmádena (GIB), con el que gobernó 12 años, hasta las municipales de 2007. En ese tiempo, el PP sancionó a concejales por pactar con Bolín y por meterse a destiempo con él, y es que poco después de las municipales de 2003 ambas formaciones llegaron a un principio de acuerdo de fusión, pero llegado el momento electoral de 2007, Bolín prefirió mantener su propia candidatura y el PP fichó a su lugarteniente, Enrique Moya.
Aquella decisión provocó una fragmentación del espectro de centro-derecha y consiguientemente del voto, que permitió al PSOE ganar los comicios con apenas un 25% de los sufragios. Los socialistas, que lograron siete concejales, firmaron un pacto con los tres ediles de IU y cuatro del Movimiento por Benalmádena (MpB). El alcalde, Javier Carnero, destaca la labor realizada por su gobierno para poner orden en el "caos administrativo del Ayuntamiento". Según él, no hay razones objetivas para la moción de censura más que la ambición y los intereses de los firmantes. Su gobierno se deterioró porque el fundador del MpB, Juan Luis Monleón, fue destituido por discrepancias con Carnero. Quedaron tres ediles de esta formación en el gobierno, aunque ya como grupo mixto porque Monleón se quedó con la marca, hasta que ahora la edil Mari Carmen Romero, que en su día dijo haber recibido presiones económicas del PP para romper el equipo de gobierno, ha optado por pasarse de lado y dar el voto decisivo para la moción de censura.
Entre los 13 firmantes, el PP es una fuerza minoritaria, con solo cuatro concejales. El GIB aporta otros cuatro, Iniciativa Democrática de Benalmádena (IDB), de Fortes, aporta dos; y dos ediles antes de Carnero, Monleón y la tránsfuga Mari Carmen Romero.
Últimos alcaldes de Benalmádena
- ENRIQUE BOLÍN
Fue nombrado alcalde en 1966. Dimitió en 1974. En 1979 ganó la alcaldía y gobernó hasta 1987 (AP). En 1995 volvió a la política con un nuevo partido y ganó las elecciones, gobernando hasta 2007. Dimitió de concejal la noche electoral tras la derrota de su partido.
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