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La Xunta negocia con Unión Fenosa la compra su parte en Sogama

Medio Ambiente opina que la participación de la eléctrica ya no tiene sentido

Responsables de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras han iniciado los contactos con Unión Fenosa para despejar el futuro de la Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama) tras la compra de la compañía eléctrica por Gas Natural, un proceso de absorción que culminará en unos meses. La intención del nuevo Ejecutivo gallego es valorar la eventual adquisición del paquete del 49% que Unión Fenosa tiene en el capital de Sogama -la Xunta es titular del resto-, para hacerse así con el control total de la empresa de gestión de residuos semipública.

Las negociaciones arrancaron la semana pasada, cuando también se anunció por parte del departamento que dirige Agustín Hernández una auditoría interna para conocer el alcance de las presuntas irregularidades en la gestión de Sogama en la etapa del bipartito. Por parte de Unión Fenosa el interlocutor designado es Elías Velasco, hasta ahora consejero-director general, y miembro también del consejo de Sogama. Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente señalan que se trata de contactos preliminares con los hasta ahora socios (Fenosa) en Sogama, para establecer un calendario acorde con los pasos que marca el proceso de absorción de la eléctrica por parte de Gas Natural. De los contactos ha estado al margen el actual presidente de Sogama, José Álvarez Díaz, nombrado en su día por el bipartito.

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De acuerdo con esa hoja de ruta, añaden en Medio Ambiente, el siguiente paso vendrá marcado por los cambios en el consejo de Sogama, donde hasta ahora se sientan cuatro representantes de Unión Fenosa, de un total de 11 miembros con que cuenta el máximo órgano de administración de la firma de Cerceda. Como ha sucedido con la matriz hace escasamente dos semanas, y a partir de ahora se trasladará también a los consejos de otras filiales del grupo eléctrico, los representantes de Fenosa serán reemplazados por ejecutivos de Gas Natural en las cúpulas de las empresas controladas por la compañía de origen gallego.

Una vez traspasada la titularidad del 49% de Sogama en manos de Unión Fenosa, el siguiente paso, señalan fuentes de Medio Ambiente, será conocer de forma oficial las intenciones de la gasista con respecto a su nueva participación, "para analizar después en el seno de la Xunta la situación". "Estudiaremos las opciones una vez conozcamos los planteamientos de Gas Natural", indican las mismas fuentes.

Aunque otra de las opciones que se manejan es buscar un nuevo accionista para la planta de Cerceda, la actual Xunta del PP considera que la entrada inicial de Fenosa en el accionariado de Sogama, que se remonta a su creación en 1992, respondía a la necesidad de contar con un socio tecnológico. Ese socio se encargaría de desarrollar el aprovechamiento energético de los recursos, pero actualmente no tiene sentido un compañero de viaje de dicho perfil. De hecho, el grueso de los ingresos de la planta de Cerceda, unos 44,6 millones de euros en 2007, procedía de la gestión de los residuos sólidos urbanos, mientras que sólo 29,5 millones correspondían a venta de energía.

Aunque oficialmente la gasista catalana mantiene silencio con respecto al proceso de desinversiones que pondrá en marcha, más allá de las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Competencia para cerrar la OPA sobre Fenosa, la compañía presidida por Salvador Gabarró ya ha mostrado su intención de dejar los negocios que no se ajusten al modelo de gas y electricidad. En alusión a la participación en Sogama, fuentes de la gasista ya señalaron que se encuentra enmarcada dentro de los activos no estratégicos; es decir, que saldrán a la venta y que servirán, en parte, para financiar la propia compra de Fenosa. Gas Natural no tiene entre sus filiales ninguna compañía dedicada al negocio de los residuos sólidos urbanos, caso de Sogama, ni experiencia en dicho sector.

De la apuesta de Fenosa por Sogama dieron cuenta en 2005 las negociaciones que mantuvo para traspasar su 49%. En septiembre de ese año la venta estaba prácticamente cerrada a Urbaser, la división de servicios de ACS. Fue precisamente la compra de la eléctrica por la compañía presidida por Florentino Pérez lo que desbarató la enajenación de sus participaciones en Sogama, ya que ACS, indirectamente, se hacía también con el control de la compañía de residuos al absorber la eléctrica.

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