_
_
_
_
Reportaje:

Pinceles para frenar la destrucción

Los artistas Antón Pulido, Xosé Luís de Dios y Ánxel Huete ceden sus obras para la campaña a favor de la rehabilitación de la Panificadora de Vigo

Las ruinas son uno de los motivos más fecundos de inspiración artística, pero algunos creadores quieren dejar de evocar lo que pudo haber sido y no fue ante la visión del edificio de la Panificadora de Vigo, emblema de la arquitectura industrial del siglo XX. Convocados por la plataforma social Outrovigoéposible, tres artistas plásticos fueron los escogidos para confeccionar una carpeta de autores cuyas ventas se destinarán, íntegramente, a sufragar parte de la campaña de concienciación que, desde hace varios años, emprende el colectivo vigués a favor de la rehabilitación del inmueble.

Para contribuir a la causa, los pintores Antón Pulido, Xosé Luís de Dios y Ánxel Huete cedieron, de forma gratuita, una obra inédita cada uno. Los tres se identifican con la cruzada ofreciendo piezas genuinas y representativas de sus lenguajes respectivos: la expresividad de Pulido, el informalismo y la abstracción de Huete y la estética figurativa de De Dios. El cuaderno que reúne los tres grabados se vende al precio de 600 euros, muy por debajo de la cotización actual de los artistas, y tiene carácter exclusivo, ya que tan solo se ha editado una tirada única de 90 ejemplares.

"Sería vergonzoso que desapareciese este símbolo de la actividad industrial"

La recaudación prevista de 54.000 euros tendrá como aplicaciones inmediatas la organización de una exposición y varias mesas redondas con historiadores y expertos en arqueología industrial para destacar la singularidad arquitectónica de una construcción, proyectada por Manuel Gómez Román por encargo de la entonces pujante Compañía Viguesa de Panificación, destinada a la fabricación de pan y harina y que permaneció en activo desde 1924 hasta 1981. Desde entonces, su enorme figura, vecina de la casa consistorial, parece condenada a la destrucción. "El objetivo de nuestro trabajo es conseguir que los ciudadanos contemplen el edificio y sean conscientes de los valores y posibilidades que contiene este espacio único que ninguna ciudad podría permitirse desaprovechar: su desaparición sería una vergüenza para todos los vigueses porque es un símbolo de la actividad industrial", explica el promotor de la carpeta y miembro de la asociación, José Gómez Alén.

En la memoria de actividades de Outrovigo figuran campañas en los medios de comunicación, denuncias públicas, celebración de conciertos y difusión de artículos promocionales. Con estas iniciativas, el colectivo ciudadano reactiva su propuesta de preservación del inmueble al completo, y no sólo los silos, hacia donde parece encaminarse la pretensión del gobierno municipal de acuerdo con los propietarios del solar: "El destino ideal de sus 12.000 metros cuadrados es como equipamiento cultural de uso público". Los activistas, a los que se han sumado asociaciones juveniles como Entremos na Panificadora, sugieren a los poderes públicos la ubicación de la futura biblioteca estatal en la estructura, aunque también consideran apropiado su uso como museo, archivo o centro de arte.

El aguafuerte de Pulido formula este deseo. El pintor imagina la Panificadora unida a dos de sus grandes pasiones: Laxeiro y la música de clarinete. "Laxeiro es uno de nuestros mitos y debemos luchar por su difusión internacional; por otra parte, la escultura del clarinetista que corona el tejado clama al universo por la permanencia de la Panificadora con una de las sonoridades más armoniosas y expresivas que existen".

Edificio de la antigua Panificadora de Vigo, junto a la Praza do Rei.
Edificio de la antigua Panificadora de Vigo, junto a la Praza do Rei.LALO R. VILLAR

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_