Button tiene un mago detrás

Jenson Button gritó y se agitó en su coche tras atravesar la línea de meta del circuito de Sakhir como ganador por tercera vez este año en cuatro carreras. Apenas podía contenerse. El piloto británico había salido en la cuarta posición, pero al final la superioridad de su coche y la perfecta estrategia diseñada por el mago Ross Brawn volvieron a llevarle al triunfo. Nadie pudo cuestionárselo. De los coches que coparon las primeras filas de la parrilla fue el que más aguantó antes de entrar en boxes -lo hizo en la 15ª vuelta, sólo superado por Vettel, en la 19ª- y cuando salió de allí tenía ya la victoria en sus manos. Jarno Trulli equivocó tal vez la estrategia al colocar los neumáticos medios en su segundo repostaje y Vettel perdió sus opciones cuando Trulli le frenó de forma alarmante antes de entrar en el segundo repostaje. Hamilton, de nuevo magistral, remontó hasta la cuarta posición, Ferrari sumó sus primeros puntos con el sexto puesto de Raikkonen y Alonso se conformó con un gris octavo lugar.

Red Bull y Toyota se han acercado a Brawn, pero no pueden aguantar su ritmo

La carrera de Bahrein volvió a mostrar la nueva cara de la fórmula 1. El dominio de los Brawn aún no ha concluido, contrariamente a lo que algunos pensaron después del doblete de los dos Red Bull en China. Es cierto que los dos toros y Toyota se les han acercado de forma peligrosa y que a una vuelta incluso les superan. Pero su ritmo de carrera sigue siendo el mejor y especialmente su paso por curva resulta insuperable. La ventaja que ha adquirido Button hasta el momento -12 puntos sobre su compañero de equipo Rubens Barrichello- no será fácil de limar.

De los grandes equipos, los que más rápido han reaccionado son McLaren y Renault, que han colocado ya difusores renovados en sus coches y han conseguido recortar la distancia que les separa de los Brawn en más de medio segundo. En Bahrein, Hamilton volvió a mostrar su bravura al batirse hasta el final entre los coches dominantes, manteniendo sus opciones y luchando hasta la conclusión para mantener una cuarta posición que devuelve la esperanza a McLaren. Parece claro que la escudería británica viaja ahora mismo por delante de Renault y es muy probable que también Ferrari supere al equipo de Briatore a partir de Barcelona, donde estrenarán un coche casi nuevo que incorporará el doble difusor. Las tres escuderías, pese a todo, siguen muy por detrás de Brawn, Red Bull y Toyota.

En cuanto a Fernando Alonso, el piloto español aseguró que ayer había realizado una de las mejores carreras de los últimos dos años y, a pesar de ello, no logró alcanzar más que la octava posición y sumar sólo un punto. "No podemos estar más arriba", afirmó el piloto asturiano, que sufrió una caída de tensión poco después de concluir la carrera. "Ahora mismo el octavo es nuestro puesto. No creo que en Montmeló estemos por encima de este puesto. Al contrario, incluso puede empeorar".

Alonso realizó una mala salida que le relegó a la octava posición, superado incluso por el Ferrari de Raikkonen. Pero él mismo confesó que hubiera perdido igualmente la posición porque iba más lento.

La victoria, pues, se la disputaron Trulli, Vettel y Button. No hubo otros candidatos. Y lo que decidió fue la excelente elección del británico y de su equipo, Brawn, en la secuencia de los neumáticos y en los momentos de entrar a repostar. Button cogió el liderato tras el primer repostaje y ya no lo perdió. Vettel tuvo sus opciones, pero le perjudicó salir del primer repostaje por detrás de Trulli, que había colocado ya los neumáticos medios -casi un segundo más lentos en algunos coches-. El italiano era más lento que Vettel con esas gomas, pero el Red Bull no era lo suficientemente rápido para poder pasarle. Y tras Trulli, perdió el tiempo que necesitaba para atacar a Button. El segundo repostaje no cambió ya nada. Todo estaba decidido.

La sexta posición de Raikkonen concede a Ferrari los primeros puntos de la temporada -Massa tuvo que reparar su alerón delantero en la tercera vuelta tras un toque con Raikkonen, cuando éste le adelantó en la salida-, a la espera de la reacción final en Montmeló. Estrambótico, en cambio, resultó el toque entre los dos BMW hacia el final de la carrera para evitar la última posición. Barcelona, la próxima carrera, marcará otro inicio del campeonato. O al menos eso esperan las grandes escuderías.