Villa, a la caza de todos los récords

Cazador reputado de récords, Villa olfatea algunos de ellos y no va a parar hasta conseguirlos. Ayer igualó su mejor registro goleador en Primera, con 25 tantos, y se acercó sigilosamente al pichichi Eto'o. Además, no marcó de penalti como venía haciendo últimamente, sino en jugadas, la primera de ellas culminada con un taconazo sublime. La voracidad de Villa se ha unido a las zurdas magistrales de Silva y Mata, que aumentan su cotización en cada jornada. En el caso de Silva, tras media campaña lesionado, ha llegado a este punto en un estado de forma superior a todos. También a los rivales. Va sobrado. El Valencia ganó también en solidez defensiva ante un Betis mortecino que sólo le puso intensidad al final, espabilado por el gol postrero de Oliveira.

La modorra se apoderó en la primera parte del Ruiz de Lopera. Y los jugadores, sometidos, se negaron a efectuar cambios de ritmo. El Valencia trató de demostrar su condición de poderoso en una iniciativa que le sirvió de poco. El mediocentro brasileño Edu tomó el mando, con la pulcritud de siempre en el tratamiento del balón, favorecido por la lentitud del juego. Su actuación, después de mucho tiempo ausente, fue muy meritoria.

El Betis dejó pasar los minutos sin entusiasmo. A la espera de alguna oportunidad. Que llegó, claro. Tras un rebote, Rivera se quedó solo ante César, pero envió a la parte exterior del poste izquierdo. Y Mark González, de cabeza, probó a un inspirado César, que sacó el balón con las yemas de los dedos y a mano cambiada.

Al partido le faltaba dinamismo, pero no hubo cambios en el descanso. Hasta que entró Joaquín diez minutos después, ovacionado por el que fue su público. Emery buscó el factor psicológico, pero no tardó ni dos minutos el extremo gaditano en sufrir una entrada brutal de Oliveira. El delantero brasileño le entró por detrás y le clavó los tacos en el tobillo derecho, pero se fue de rositas con una simple tarjeta amarilla.

Harto de tanta mediocridad, Silva dio un paso al frente. Se deslizó con una autoridad insultante entre dos defensas, abrió a la banda izquierda y se esperó a contemplar la obra de arte de Villa. El centro desde el extremo de Mata, su undécimo pase de gol, lo remató de espuela, con la izquierda, Villa, de la única manera posible con la que podía rematar, rodeado de dos defensas y de lado en relación con la portería.

La reacción del Betis fue tan silenciosa como antes del puyazo valencianista. El Valencia, en cambio, vio la ocasión de sentenciar cuando Joaquín se recuperó del dolor de tobillo. Trazó una carrera en paralelo al área y descubrió una línea diagonal que lo llevaba hasta Edu. Fue un pase maravilloso que aprovechó el mediocentro para revolverse y dejar que Villa rematara a placer. El Guaje anotó su 25º tanto de la temporada y ya está más cerca de los 28 de Mundo, Kempes y Mijatovic como récord absoluto de goles en una campaña en el Valencia. Va a ritmo para alcanzarlos.