Eto'o inicia la cuenta atrás
La solvencia del equipo y la pegada del camerunés le dan al Barça un trabajado triunfo en Valladolid
El Barcelona es un equipo resuelto de principio a fin, festivalero o serio, dependiendo de las circunstancias y juegue quien juegue. Decidido a convertir en un descuento el camino que le queda al título, empezó su particular cuenta atrás demostrando que no hay excusas, ni siquiera en forma de los efectos del cansancio generado por el virus FIFA, porque manda antes la cabeza que las piernas, el deseo de hacer historia que cualquier miedo a ser mejor que los demás, aunque le toque bailar con el más valiente de esta Liga, o sea, el Valladolid. Da igual si suenan trompetas y la banda parece una fanfarria o los violines convidan a un vals, porque el Barcelona ha resuelto ganar esta Liga y así lo demostró. Al runrún de Xavi, ese al que Guardiola llama motorcito, enfiló el final de un camino que pinta bien, porque no se intuye rival capaz de destensar a este grupo, por mucho que se le provoque, como lo hizo el equipo de Mendilibar.
VALLADOLID 0 - BARCELONA 1
Valladolid: Asenjo; Pedro López, Prieto (Baraja, m. 66), Bea, Marcos; Aguirre (Ogbeche, m. 57), Rubio, Borja, Sesma (Escudero, m. 48); Canobbio y Goitom. No utilizados: Alberto, Óscar Sánchez, Vivar Dorado y Víctor.
Barcelona: Valdés; Puyol, Márquez, Piqué, Sylvinho (Alves, m. 59); Busquets, Xavi, Keita; Pedro (Messi, m. 59), Eto'o e Iniesta (Gudjohnsen, m. 90). No utilizados: Pinto, Cáceres, Henry y Bojan.
Goles: 0-1. M. 40. Eto'o bombea por encima de Asenjo tras una pared con Xavi en una jugada por el centro del ataque azulgrana.
Árbitro: Pérez Lasa. Mostró la tarjeta amarilla a Aguirre.
Nuevo Zorrilla. 23.616 espectadores.
Eto'o convirtió en gol -y ya lleva 26 en la Liga- la primera oportunidad que tuvo
El Valladolid exigió compostura y destreza, y el Barça estuvo a la altura
Sabía Guardiola que el Valladolid saldría a buscar a Valdés porque, tras darle mil vueltas a la goleada de la ida, aceptó el técnico que ningún otro equipo desde que empezó el curso les había presionado mejor y más arriba como el equipo de Mendilibar en la ida, por mucho que mintiera el resultado final en el Camp Nou (6-0). Consciente de que el partido en el Nuevo Zorrilla sería de ida y vuelta, que el Valladolid descubriría su espalda por valiente, puso a Pedrito en escena, formando una inédita delantera junto a Iniesta y Eto'o prefiriendo además a Puyol en lugar de Alves.
Guardiola no encontraba el momento de darle presencia a Pedro, el extremo canario, que pedía paso desde el filial y en el que siempre ha creído. La lesión de Hleb y las necesidades del duelo le despejaron el camino. También necesitaba recordarle a Alves que nadie es imprescindible en el Barça, y menos si llega tarde de su selección, así que a las puertas de la Champions, el día en que el envite requería precauciones defensivas, el técnico dejó a Alves de entrada en el banco, sentado al lado de Messi, que, por la mañana, estuvo a punto de perder el vuelo de Barcelona a Valladolid.
Siempre a partir de Xavi se estiró el Barcelona en ataque buscando a Pedro en profundidad y a Iniesta en corto. A los azulgrana les costó romper la presión blanquivioleta y asumieron la invitación pucelana a ganar los tres puntos con litros de sudor. El Valladolid exigió compostura, aseo y destreza y el Barcelona estuvo a la altura. Se arremangó sin perder la compostura, y, cuando pudo, danzó como suele hacerlo. Pegó poco pero lo suficiente, que para algo tiene a Eto'o, capaz de convertir en gol -lleva 26- la única oportunidad que tuvo antes del descanso. Con la de ayer, suma Xavi, 12 asistencias de gol. El Barcelona encarriló el partido, jugado siempre al dictado de dos entrenadores valientes, pero no lo ganó hasta que pitó el árbitro.
La apuesta de Mendilibar por Escudero, al inicio del segundo tiempo, dispuso al Valladolid con tres delanteros en busca de Valdés. No tembló Guardiola, que le dio respuesta. Puso en danza a Messi y Alves con la intención de rematar la faena. No lo consiguió, porque el Barça falló ante puerta las dos ocasiones que tuvo, pero quedó claro que no se achanta ante nadie y terminó por vencer a la tenacidad blanquivioleta, sin perder estilo. No renegó nunca el Valladolid del partido, que lo ganó el Barcelona con hechuras de equipo solvente, dispuesto a ganar como lo exija el guión. Por eso, enfiló en Valladolid el principio de su particular cuenta atrás.
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