El abrazo real y la torpeza de Felipe de Edimburgo
El duque pregunta a Obama si es capaz de "distinguir a los líderes del G-20"
El capítulo de torpezas de Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, sigue engordando conforme pasan los años. El diario The Independent desvelaba ayer dos meteduras de pata del duque en la audiencia privada que la reina dio al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a su esposa, Michelle. "¡Seguro que les está costando mantenerse despiertos!", les preguntó interesándose por la diferencia horaria y el cansancio del viaje.
El presidente estadounidense le respondió que ese día se había entrevistado ya en Londres con el primer ministro, Gordon Brown, con el líder de la oposición, David Cameron, y también con el presidente ruso, Dmitri Medvédev. "¿Es que puede distinguirlos a unos de otros?", le preguntó entonces el esposo de Isabel II, según relata el periódico, que califica el comportamiento del consorte real como "vergonzoso".
La cita dio para más. Sorprendió por inusual el gesto de cariño de la reina, poco dada a efusividades públicas, hacia Michelle Obama, a la que abrazó por la cintura durante la recepción a los líderes del G-20. The Times sostiene que fue la primera dama estadounidense la que primero rodeó con su brazo a Isabel II. El gesto fue captado por la única cámara a la que se permitió el acceso al salón donde las personalidades disfrutaban de un cóctel. También se inmortalizaron las carcajadas de Obama cuando se encontró con Camilla, la segunda esposa de Carlos de Inglaterra.
El Gobierno británico ha distribuido algunas fotos de la cena a la que asistieron las esposas de los líderes del G-20. Entre los invitados por la anfitriona, Sarah Brown, estaban la modelo Naomi Campbell, la creadora de Harry Potter, J. K. Rowling, la medallista olímpica Kelly Holmes, la deportista paralímpica Tanni Grey-Thompson, la empresaria Martha Lane Fox y la periodista Emma Freud.
Faltó Sonsoles Espinosa, que no ha acompañado a José Luis Rodríguez Zapatero a Londres y a quien la prensa británica esperaba con interés después de que The Guardian la calificase como "la nueva Carla Bruni". Un portavoz del Gobierno español aseguró que "nunca se contempló que ella acompañase al presidente a este viaje".
Ayer, las primeras damas disfrutaron de J. K. Rowling, que leyó extractos de su última obra, Cuentos de Beedle el bardo. Más tarde, asistieron a la representación de la obra de Ígor Stravinsky The firebird, interpretada por la compañía Ballet Black, que integra en su formación a bailarinas asiáticas y afroamericanas. Y, además, escucharon a Händel interpretado por la Royal Opera Orchestra y el Ballet Real.La jornada acabó con un almuerzo.
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