"Cada gol, un puñal en el corazón"
Maradona sufre la mayor humillación de Argentinadesde 1958 al caer ante Bolivia por 6-1
Al primer y el segundo gol de Bolivia, se agarró un tanto incrédulo la cabeza con las manos. Con el tercero, se marchó cabizbajo al vestuario. Con el cuarto, rabioso, retocó el equipo. Con el quinto, perdió la mirada en el horizonte. Y con el sexto ni se inmutó hasta que enfiló el túnel de vestuarios con una cadencia tortuosa. Diego Armando Maradona, el técnico de Argentina, no encontró explicación y menos respuesta para replicar a la efervescente Bolivia, que le endoso media docena de goles (6-1). Patinazo tremendo de Argentina y de Maradona en su segundo partido oficial como seleccionador; la peor derrota en los 107 años de Argentina, sólo igualada por el desastre en el Mundial de Suecia 1958 ante Checoslovaquia. "Sufrí con mis jugadores", convino Maradona; "cada gol era un puñal en el corazón".
Cuando Bolivia perdió ante Colombia, la semana anterior, Edwin Sánchez, su seleccionador, absorbió críticas por reservar a varios jugadores. Ya nadie se acuerda de eso. Anoche, Bolivia zurró a Argentina. El último precedente de una debacle albiceleste tan notoria se remonta a 1993, cuando la Colombia de Higuita, Asprilla, Valderrama y Rincón le venció por 0-5 en Buenos Aires en la fase de clasificación para el Mundial de Estados Unidos 1994. Anoche fueron seis hachazos. Se reabre así el ácido debate sobre quién debe conducir el juego de la selección, una vez que Riquelme descartó su continuidad por desavenencias con El Pelusa, quien, a su vez, le cerró la puerta del equipo por siempre jamás.
Con un 4-4-2 como dibujo táctico, la medular argentina se compuso con Lucho González y Maxi Rodríguez en los costados y Gago y Mascherano como volantes defensivos, de corto recorrido en el ataque y menos pase vertical. Ante Venezuela, cuando Argentina se impuso por un claro 4-0, el equipo apenas generó juego. Pero los menudos arietes -Messi, Agüero y Tévez- se las ingeniaron para definir. Frente a Bolivia ocurrió lo mismo, sólo que no marcaron goles y que en la portería propia recibieron seis. Joaquín Botero, que realizó un triplete soberbio, Martins y el brasileño nacionalizado Da Rosa descompusieron a la zaga contraria. "El resultado es inexplicable", se repetía Maradona.
El ímpetu de Bolivia tenía truco. ITS Cable, dueña de los derechos televisivos de la selección, entregó al equipo 49.950 euros, 8.325 por cada gol. Pero el descalabro de Argentina no tiene excusa, por más que se tire de la coartada de la altitud. Entre otras razones, porque Bolivia no ganaba a Argentina en La Paz desde 1997. Varapalo histórico para Argentina, que no se queda en un susto porque, de ganar Chile, Brasil y Uruguay le rebasarían y le situarían provisionalmente como quinto -jugaría la repesca contra un equipo de la Concacaf- en el grupo suramericano, encabezado por Paraguay.
En Europa no hubo apenas sorpresas. A excepción de la destartalada Portugal y la vetusta Francia, todas las potencias lideran sus grupos, impetuosas por alcanzar cuanto antes la clasificación. Italia, con uno menos desde el minuto cinco, empató con Irlanda (1-1); Inglaterra se sobrepuso a sus bajas y venció a Ucrania en el último suspiro (2-1), Alemania repasó a Gales (0-2), Holanda zurró a Macedonia (4-0), Francia se impuso, pero sudó de lo lindo ante Lituania (1-0), y Polonia protagonizó la paliza de la jornada al meterle diez tantos -cuatro de Smolarek- a San Marino.
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