El Tau impone su efectividad
Sin Navarro, el Barça echa en falta un líder frente a un conjunto con más alternativas
No estaba Bozidar Maljkovic, el experto en las estrecheces, ni se le esperaba en el pabellón Buesa Arena. Su lugar sí lo tenía acreditado la tensión, un poquito de miedo compartido por el Tau y el Barça y un atenazamiento de músculos que le hacían tirar peor a Rakocevic o Lakovic y moverse peor a Vázquez o Splitter. No estaba Navarro, que igual habría estado para lo mismo, ¿quién lo sabe?
Era el tercer partido, tras el empate; el de los nervios, y se notó en la defensa desigual de los dos equipos y en la muñeca, más desigual de ambos, ciclotímica, imprevisible. En ese barullo pescó el Tau por insistencia, por sus alternativas, por su mejor aplicación defensiva, sin lujos, pero con oficio. Y en ese barullo se perdió el Barça, sin un líder, sin saber por dónde atacar a un Tau preocupado que tiraba de banquillo más de lo habitual.
TAU VITORIA 69 - BARCELONA 62
Tau Vitoria: Pablo Prigioni (7), Igor Rakocevic (15), Pete Mickeal (11), Will McDonald (4) y Mirza Teletovic (10) -equipo inicial-; Sergi Vidal (7), Vlado Ilievski (0), Tiago Splitter (13) y San Emeterio (2).
Regal Barcelona: Jaka Lakovic (20), Basile (7), Lubos Barton (7), Ilyasova (0) y Daniel Santiago (6) -equipo incial-; Víctor Sada (0), Barrett (3), Fran Vázquez (6), Andersen (9) y Roger Grimau (4).
Árbitros: Cerebuch (Ita.), Pukl (Eslov) y Vojinovic (Ser). Eliminaron a Basile (m. 40).
9.600 espectadores en el Buesa Arena.
1º CUARTO - 16-11
2º CUARTO - 13-9
3º CUARTO - 17-17
4º CUARTO - 23-25
El segundo cuarto no pasará a la historia de los dos equipos: la acumulación de errores era impropia de ellos. Sus registros, inesperados. En esa batalla ganó el Tau por ímpetu, por la defensa, porque de pronto apareció Rakocevic, porque jugaba en casa, porque Splitter apretó en la defensa o por los intangibles. Quizás porque al Barça le faltó un líder.
El equipo catalán supo responder casi hasta el final, aguantar la presión del partido a sabiendas de que el tercero es algo así como el paso de cebra de la eliminatoria: ahí puedes cruzar o ser atropellado. Ni lo uno ni lo otro ocurrió en Vitoria. El Tau se fue tranquilo a la cama y el Barça tampoco durmió del todo mal. El resultado del sueño se sabrá mañana en el cuarto encuentro. El de ayer era de transición.
La igualdad es máxima. El Barça y el Tau intercambian estados de ánimo, intensidad defensiva y el siempre aleatorio acierto anotador. Cabe pensar que ayer nadie fue mejor que nadie, pero que, todos juntos, el Tau fue mejor, más alternativo, con más variantes. Pero tampoco apabulló, sino que gestionó con mayor efectividad la escasez, la exigencia, el tempo del partido. Al Barça le faltó intensidad, no confundir con ambición. Pero le quedan dos oportunidades. Al Tau le basta con una.
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