McLaren despierta en el último minuto

A poco más de una semana del inicio del Campeonato del Mundo de fórmula 1, McLaren parece haber despertado. En la última tanda del último día de la última sesión de entrenamientos, en Jerez, los técnicos de la escudería británica encontraron un paquete que permitió a Heiki Kovalainen, su segundo piloto, acercarse a los tiempos del Brawn GP de Button y del Williams de Nakajima.

¿Sorprendente? No. Todos daban por hecho que McLaren llegaría a Melbourne el próximo día 29 en condiciones de luchar por la pole position y la victoria. Pero era evidente que su monoplaza fue uno de los más decepcionantes de la pretemporada. Incluso su flamante director, Martin Whitmarsh, tuvo que reconocer que las cosas no estaban funcionando. "Tenemos problemas en el tren trasero y los estamos resolviendo en el simulador de Woking", indicó a principios de este mes, cuando el McLaren se quedó atrapado en un 1m 20,8s, que les situaba a dos segundos del crono de Barrichello (Brawn GP) en Montmeló y les dejaba en la undécima posición, superados por seis equipos, entre ellos Toyota y Red Bull, dos de los coches más evolucionados.

Los técnicos de BMW esconden sus mejoras hasta el momento clave en Australia

"Llevábamos un retraso notable porque el año pasado tuvimos que estar desarrollando el coche de Hamilton hasta la última carrera para poder ganar el título", esgrimió ayer Indy Lall, responsable del equipo de entrenamientos de McLaren; "siempre supimos lo que debíamos mejorar. Teníamos localizados los problemas e hicimos constantes probaturas de piezas que nos llegaban de Woking. Encontramos el camino. Y en Melbourne el coche será muy distinto".

¿Era una amenaza? Por si acaso, nadie sonrió. A lo largo de la pretemporada quedó claro que Ferrari era el coche más sólido en las tandas largas y el máximo aspirante a ganar en Melbourne. Sin embargo, el debut del Brawn GP en Barcelona causó sensación al lograr unos tiempos inalcanzables para los demás. "Ni siquiera con el coche vacío podemos igualarles", enfatizó Fernando Alonso. Los Brawn no tenían credibilidad. Pero en Montmeló y en Jerez se la ganaron. Y ahora tanto Button como Barrichello, sus dos pilotos, entran en todas las quinielas para la victoria en la carrera inaugural.

Aparentemente, Ross Brawn es quien mejor ha comprendido cómo hay que cuidar los neumáticos. Todo el concepto del coche responde a la necesidad de proteger los slicks (gomas sin dibujo) y de lograr la máxima tracción en el tren trasero a través de un difusor que la FIA considera legal, pero que podría ser desestimado por los comisarios de pista en Australia. Precisamente, éste ha sido uno de los grandes problemas de McLaren: tenía una sorprendente falta de tracción detrás y le costaba calentar los neumáticos delanteros.

Ferrari, en cambio, se mostró competitivo desde el principio y sólo tuvo dudas en Barcelona, su último test, cuando fue superado por Brawn GP, Williams y Toyota. "Tenemos un buen coche. Y lo que más nos preocupa es asegurar la fiabilidad", dijo entonces Stefano Domenicali, director de la escudería Ferrari. "Para mí, es el equipo a batir y estoy seguro de que McLaren también será competitivo, aunque creo que los Brawn estarán ahí", agregó Alonso.

Entre los demás equipos, persisten las incógnitas de Renault y sobre todo de BMW. "Contamos con un nuevo difusor y un nuevo alerón delantero que evaluamos de forma muy positiva", explicó Bob Bell, director técnico de Renault; "creo que estamos en condiciones de luchar por los podios y las victorias. Estamos aquí para ganar". Renault es uno de los equipos que mejor ha desarrollado el KERS (sistema de recuperación de la energía cinética), junto a BMW y Ferrari. Sin embargo, en BMW Sauber todo el mundo calla y se esconden las mejoras. Están trabajando en su coche desde que ganaron el GP de Canadá de 2008. Pero no quieren conceder pistas hasta el momento decisivo en Melbourne.