Prohibido taparse hombros y tobillos

Fue 2008 el año de la hazaña de Michael Phelps en la piscina olímpica, pero también el de la polémica sobre su bañador, ese prodigio de la última tecnología desarrollado por Speedo con la colaboración de ingenieros de la NASA y con el que se batieron dos decenas de récords mundiales en Pekín. La Federación Internacional de Natación (FINA) no prohibió esas prendas, pero debió de tomar nota de la discusión suscitada porque este fin de semana pasado ha aprobado nuevas normas: ningún bañador podrá cubrir ni los hombros ni los tobillos -el LZR de Speedo no lo hacía-, deben tener un grosor máximo, ajustarse a la forma del cuerpo sin superponer materiales que den ventajas aerodinámicas y no deben ayudar a que el cuerpo flote. Además, una comisión independiente evaluará antes de fin de mes que las prendas no vulneran las reglas. Incluso las que fueron aprobadas en su día deberán pasar por este filtro.

El objetivo de la nueva reglamentación es que "todos los nadadores compitan en igualdad de condiciones", asegura la FINA en un comunicado. Algunos entrenadores y deportistas se habían quejado de que los que utilizaban el Speedo partían con ventaja y otros, como el italiano Filippo Magnini, decidieron arriesgarse a una multa de su federación y competir con el bañador milagroso en vez de hacerlo con el de su patrocinador.

La decisión de la FINA es contemporizadora. No se trata de abrir una guerra con los fabricantes, con los que ha mantenido varias reuniones para conocer su punto de vista, ni invalida ningún récord. Pero puede suponer un antes y un después, pues promete controles más duros para evitar el llamado dopaje tecnológico. De hecho, para 2010 amplía las normas relativas a la permeabilidad de las prendas y promete publicar la lista de las oficiales.

Los bañadores fueron uno de los grandes protagonistas de la reunión de Dubai, pero no los únicos. La FINA aprobó también la utilización de cámaras subacuáticas para aclarar finales ajustados.