Duros como la roca
La crisis ha causado muchas llagas, pero ha destruido pocas fortunas
En general, los megarricos siguen siendo megarricos. La lista más reciente de multimillonarios publicada por la revista estadounidense Forbes muestra que el desplome del mercado bursátil ha causado muchas llagas, pero ha destruido pocas fortunas.
La riqueza bursátil puede ser efímera. Independientemente de que el propietario sea un próspero profesor de escuela o un extravagante multimillonario, el valor de la cartera es el de su última cotización en el parqué. Las valoraciones de empresas que no cotizan en Bolsa se basan en transacciones de mercado comparables, de modo que también ellas sufren cuando la renta variable cae.
Naturalmente, el hundimiento del mercado en 2008 fue duro para el cómputo de multimillonarios de Forbes y para su valor neto aproximado (que disminuyeron un 30% y un 45%, respectivamente). Pero para la mayoría del pequeño grupo situado en lo más alto de la pirámide, el descenso teórico no es tan significativo. Siguen controlando los mismos activos. Estos activos todavía generan buenos flujos de caja; y con la recuperación serán todavía mejores.
Fijémonos en los 40 primeros de la lista de 2009. Se han producido algunos cambios, pero 32 ya se encontraban entre los 40 primeros el año pasado, y todos ellos se encontraban entre los 100 primeros. Es difícil ganar una fortuna, pero también muy difícil destruirla.
Sin embargo, no es imposible. Seis de los siete rusos que en 2008 se encontraban entre los 40 primeros del mundo se han caído de la lista, al perder una media del 78% de su riqueza teórica. El único no ruso de la hiperélite que ha dado un batacazo similar es el magnate estadounidense del juego Sheldon Adelson. Compartía con los oligarcas una peligrosa voracidad por el endeudamiento.
Quizá haya más caídas desde lo más alto del cielo financiero este año. Las recesiones son tiempos duros, hasta para los ricos. Es de esperar que algunos grandes patrimonios se conviertan en meros multimillonarios, e incluso que todavía más multimillonarios desciendan a la categoría más modesta de millonarios a secas. Pero la mayoría de los nombres incluidos en la lista del próximo año -y, para el caso, de la de dentro de cinco años- probablemente sea muy parecida.
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