"Forlán superó nuestras expectativas"

Dieciocho goles en 26 jornadas. Sólo por detrás de Eto'o (23) y Villa (19). Dos más que en su mejor arranque. Forlán, el delantero más atinado del Atlético, no contaba tantos aciertos a estas alturas de la Liga ni cuando se proclamó pichichi con el Villarreal hace cuatro temporadas: 25 dianas que le valieron para compartir la Bota de Oro con Henry, entonces en el Arsenal. "Más allá de que, si tenía una, te la enchufaba, todavía me sorprende que no paraba de moverse. Era feliz corriendo de una banda a otra, abriendo espacios como pocos", asiente Cazorla, uno de sus compañeros en la prolífica campaña de 2004-05 y rival esta tarde (19.00, PPV).

"Me dijeron que le ficharían, pero nada. Es como enseñarte el chocolate y no poder comerlo... ¡Yo mismo habría ido a buscarle con mi coche a Manchester!", se lamenta siempre que puede Bernd Schuster, que por entonces dirigía al Levante. El Villarreal se adelantó. "Una de las razones por las que explotó era por la falta de presión que se disfruta en Vila-real, un club muy cómodo para los jugadores que aterrizan procedentes de otros campeonatos", dice Quique Álvarez.

El punta del Atlético jamás había marcado tantos goles a estas alturas del campeonato

El central, ahora en el Recreativo, también ensalza "la habilidad" del uruguayo con los dos pies: "Prácticamente, perfecto. Le puede pegar a la pelota con ambos sin que apenas se note la diferencia. Te obliga a estar más pendiente. No puedes prever por dónde te saldrá, si por dentro o por fuera".

Consciente del peligro, Manuel Pellegrini tendrá hoy la papeleta de sustituir a sus dos centrales titulares, Godín y Gonzalo, por los veteranos Cygan y Fuentes. La otra opción es retrasar a Eguren. "Sabíamos que era bueno y siempre te esperas un gran resultado, pero lo cierto es que Forlán superó nuestras expectativas", cuenta el consejero delegado del club castellonense, José Manuel Llaneza. "El interés fue mutuo. Me encandiló lo bien que trataban al balón", dice el pistolero uruguayo.

Forlán no llegó antes al Villarreal porque Víctor Muñoz, el actual técnico del Getafe, no le vio "condiciones". "En su lugar trajimos a Marioni, que le gustaba más, pero le seguimos en el Manchester hasta que nos decidimos a traerle", prosigue Llaneza. El tiempo colocó a cada uno en su sitio: Marioni hace carrera en el Atlas de Guadalajara, en México.

"Cada temporada llegaban un par de jugadores de nivel, pero el que mejor salió fue Forlán", refleja Guayre, que vuelve a empezar en el Numancia tras muchos problemas con los tobillos y los isquitibiales. ¿Y qué tal se entendían? "No sé cómo lo hacía, pero no se desgastaba. Y con un todoterreno al lado es muy fácil compenetrarte", refiere el delantero canario. "El equipo jugó a gran nivel. Eso me permitió lograr los galardones individuales", valora Forlán.

"También recuerdo que era muy ambicioso", añade Guayre. "Tanto que, si la cosa iba mal, te podía generar muy mal ambiente", tercian otros futbolistas que reclaman el anonimato. En el Villarreal les dan la razón. "Sabíamos que, tarde o temprano, habría que venderle porque tenía mucha hambre y, si se quedaba, se nos iba a terminar por pudrir... Le vendimos en el momento justo", cuenta un directivo. El Villarreal le traspasó por 21 millones de euros al Atlético, 18 más de los que abonó al Manchester. "Dicen que nos costó tres, pero en realidad fueron 1,9", puntualiza orgulloso Llaneza.