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Reportaje:RUTAS URBANAS

Las pasiones de la pandilla

Recorrido por las calles londinenses de Bloomsbury en compañía de Virginia Woolf y sus amigos

El exceso de belleza en Florencia y el hartazgo de goce estético pusieron malo a Stendhal. Por eso hay que andar con cuidado por Bloomsbury. En sus múltiples plazas las almas bellas aún pueden escuchar el eco de los pasos de sus ilustres inquilinos muertos: Swedenborg, Dickens, Yeats, Darwin, T. S. Eliot o Bob Marley. Karl Marx esperaba la revolución bajo la bóveda de cobre de la sala de lectura de la biblioteca del British Museum. Pero a Bloomsbury y sus apacibles calles le dieron notoriedad los amigos de Virginia Woolf: John Maynard Keynes, Bertrand Russell, Lytton Strachey, E. M. Forster, Ludwig Wittgenstein o Roger Fry.

Es probable que alrededor de 1909 se acuñara el nombre de Grupo de Bloomsbury para designar a la panda de amigos que se reunía junto al fuego de la chimenea londinense del número 46 de Gordon Square, la casa de las hermanas Stephen: Vanessa y Virginia (de casada Woolf). Cuando murió su padre, abandonaron Kensington y se instalaron en Bloomsbury, que era más barato. Cien años después, la casa georgiana de Gordon Square no ha cambiado apenas, al menos por fuera. Por dentro era una casa luminosa y Virginia celebró las blancas paredes y los grandes ventanales que dejaban ver árboles y prados, "tener habitación propia y ser dueña del tiempo". Estos tres pisos con entresuelo fueron el germen de aquel círculo que asombraría al mundo en su búsqueda apasionada de la verdad, la belleza y la bondad.

El deseo de saber

El nombre de Bloomsbury deriva de Blemondisberi; o sea, la hacienda del terrateniente normando William Blemond. El barrio queda delimitado por Tottenham Court Road, Euston Road, Gray's Inn y High Holborn. A tres paradas de metro de Piccadilly, sigue siendo el ombligo intelectual de la ciudad y no sólo por el British Museum, sino por los múltiples edificios de la Universidad de Londres, fundada en 1825, y por el aura melancólica que emana de los fantasmas de aquellos tipos exquisitos vinculados por los amores cruzados y el anhelo de la ciencia con conciencia. Bertrand Russell, que vivió en el número 57 de Gordon Square, resumió en su autobiografía el credo de aquellos ángeles lascivos: "Tres pasiones simples pero poderosas han dominado mi vida: el anhelo de amor, el deseo de saber y una compasión abrumadora por el sufrimiento de la humanidad".

El poeta Lytton Strachey vivía en el 51 de Gordon Square y en la misma plaza vivió durante treinta años el inquieto economista John Maynard Keynes; su futura esposa, la bailarina Lidia Lopokova, vivió en el 41. Todos buscaban aire, simplicidad, luz y una vecindad terapéutica que se retroalimentaba por el elitismo, la sátira, el ateísmo y las relaciones triangulares. En las veladas de los jueves empapaban la conversación de sexo con la misma franqueza con que hablaban de la naturaleza del bien. Cuando Virginia acusó a su cuñado Clive Bell de ser un cuclillo que ponía los huevos en el nido de otros pájaros, su respuesta fue: "Mi querida Virginia, nunca me dejaste poner mis huevos en tu nido". Por entonces Virginia se había mudado al número 29 de la cercana Fitzroy Square, que había sido la casa de Bernard Shaw. Estaba emplazada idealmente para que los amigos se dirigieran pasando de una casa a otra.

Bedford Square, orbicular plaza georgiana, acogió en sus ocho hectáreas gran número de editoriales, entre ellas la Bodley Head fundada por Virginia y Leonard Woolf. Aquí vivió también lady Ottoline Morrell, que contribuyó con algo nuevo a la vida de Bloomsbury: un brillo mundano, champán y frivolidad para envolver los altos pensamientos del grupo, que, como apunta en su Memoria personal Gerald Brenan (otro de sus miembros), recelaban del Estado y de la Iglesia.

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La iglesia de St. George, en Bloomsbury Way, la construyó Nicholas Hawksmoor para los ricos habitantes del barrio; pero los muy ateos amigos de Virginia se burlaban de su pretenciosa apostura y de su campanario piramidal, que imita al mausoleo de Halicarnaso y está coronado por la estatua de Jorge I vestido de romano. Nada que ver con la St. George the Martyr, en Queen Square, en cuyo altar sacramentaron su tortuoso amor Sylvia Plath y Ted Hugues. En la Cosmo Place, que da a Queen Square, se atropellan los restaurantes: The Queen's Gardens, Cagneys, Cosmoba, The Swan; pero si lo que se busca es el alimento del espíritu, en el número 20 de Bloomsbury Way está la casa en la que vivió el místico sueco Swedenborg. Ahora ofrece, en mítines abiertos, recetas para la sabiduría espiritual.

Salchichas y cerveza

En Russell Square, la plaza más grande de Londres, el hotel Russell impone su elocuencia victoriana. Detrás, en el 4 de Herbrand Street, el pub Friend at Hand presume de que Oscar Wilde frecuentaba el local que ahora ofrece a sus parroquianos salchichas de Cumberland con guarnición de verduras y una poderosa stout por 5,95 libras.

En el 48 de Dougthy Street, una calle fantasmal de sobrias casas adosadas de ahumado ladrillo visto, se mantiene en pie la sencilla casa en la que Dickens escribió Oliver Twist. En estas once habitaciones, incluida una cocina victoriana completa, vivió dos años y medio sorteando acreedores y sufriendo conflictos familiares. Aquí le nacieron también sus hijas Mamie y Katey; ahora es un museo que, por cinco libras, muestra sus recuerdos. Se sale triste de aquí, sobre todo cuando llueve; o sea, en días alternos.

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El número 48 de Dougthy Street, en Londres, alberga la casa donde Charles Dickens escribió <i>Oliver Twist.</i>
El número 48 de Dougthy Street, en Londres, alberga la casa donde Charles Dickens escribió Oliver Twist.CARMEN VALIñO

Guía

Cómo ir

» Easyjet (www.easyjet.com; 902 29 99 92) tiene a fines de marzo vuelos directos de ida y vuelta desde Madrid y Barcelona a Londres (Gatwick), a partir de 56,19 euros, precio final.

Dormir

» Hotel Russell (www.londonrussellhotel.co.uk; 0044 20 78 37 64 70), 1-8 Russell Square. Un ejemplo espectacular del revival renacentista en los últimos años de la reina Victoria. Su arquitecto, Fitzroy Doll, se inspiró en el Château de Madrid del Bois de Boulogne (París). Sufrió severos daños en los bombardeos de la II Guerra Mundial, que hundieron todo el tejado. Conviene pedir habitación con vistas a Russel Square. La doble, desde 173,02 euros.

» El grupo Imperial Hotels (www.imperialhotels.co.uk) tiene seis hoteles de distintas categorías en la zona de Russel Square, con habitaciones desde 45 euros la noche.

Comer

» The Lamb (0044 20 74 05 07 13 ). 94 Lamb's Conduit. Este pub es el bistrot más animado del barrio, fue fundado en 1720 y su ambiente y su galería de fotos de actrices del old and swinging London componen un escenario estimulante.

Comprar

» James Smith and Sons (www.james-smith.co.uk), 53 New Oxford Street. Curiosa tienda de paraguas con decoración original de 1857. También sorprenden los tradicionales bastones-espada.

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