"No pasaba nada por reservar a Forlán"

Salió del vestuario rumbo al autobús y dirigió la vista a la izquierda, donde le aguardaba una nube de periodistas. "Diego, Diego, por favor", le gritó un coro de voces. "¿Qué ha pasado?", le preguntaron. Y Diego Forlán enseñó la más amplia de sus sonrisas y siguió caminando, haciendo caso omiso a quienes le pedían un porqué, la justificación de lo injustificable, de su suplencia en el partido más decisivo, o al menos eso se pensaba, del Atlético en los últimos tiempos.

Forlán no quiso explicar su insólita suplencia, quizá pensando que quien debía hacerlo era su técnico, Abel Resino, el ideólogo de una decisión así. El entrenador se encontró con la pregunta de sopetón, nada más hacer acto de presencia en la conferencia de prensa posterior al partido. Y así se explicó: "Nos ha faltado rematar la faena. Forlán venía de hacer un gran esfuerzo y la idea era que en la segunda parte pudiera rematar toda la tarea que habíamos hecho en la primera. No pasaba nada porque se le reservara durante algunos minutos del partido". Pero sí pasó. El Atlético careció de pegada, justo lo que le sobra precisamente gracias al uruguayo, su mejor goleador, que para eso 18 dianas le contemplan en la Liga. El equipo se despide de Europa sin haber perdido un solo partido.

"La idea era que en la segunda parte rematara toda la tarea", dijo el técnico

"Yo solo no puedo contra tres. Forlán es fundamental", argumentó Agüero

Abel dio por zanjado el asunto apelando al esfuerzo. Como al esfuerzo apeló su antecesor, Javier Aguirre, cuando en la liguilla, en Liverpool, dejó a Agüero en el banquillo, en una iniciativa imitada ayer por Abel con distinto protagonista. "Nosotros hacemos lo que nos dice el entrenador", dijo el Kun; "pero yo arriba solo no puedo contra tres. Forlán para nosotros es fundamental", cerró. "Son cosas de los técnicos", argumentó Enrique Cerezo, presidente del Atlético. "Nos ha faltado el gol. Imagino que ningún entrenador quiere perder, y que pensó que era lo mejor para el equipo", añadió.

No quiso personalizar más el entrenador rojiblanco en Forlán, e insistió, paradójicamente, en la falta de remate de su equipo, amén de incidir, como viene haciendo desde que se hizo con el cargo, en el déficit de fondo físico que arrastra su grupo.

"La imagen del equipo ha sido buena pero nos faltó fuerza física", declaró antes de referirse a la imagen especulativa del equipo en los primeros compases del partido. "No hemos salido a especular. Hay que estudiar a los rivales, y el Oporto es distinto al Barça o el Madrid", explicó el técnico rojiblanco. "Si llegamos a salir descaradamente al ataque, el Oporto nos mata y nos hubiéramos ido con un resultado de escándalo. El plan ha salido bien, pero nos faltó el gol. La gran ventaja que tenía el rival era que en Madrid había sido mejor".

Le faltó fuerza física al equipo, le faltó gol, pero en ello no tuvo nada que ver la ausencia de Forlán, mantuvo el técnico rojiblanco. Un Forlán que cuando conoció su suplencia prefirió no salir a calentar antes del partido con el resto de jugadores que le acompañaban en el banquillo. Y en el banquillo acabó, sustituido por el uruguayo en el minuto 53, Maxi, que abandonó el césped a cámara lenta, como si su equipo no tuviera prisa por remontar.

"No hay que darle mayor importancia al tema", justificó Abel a su jugador. "A veces los futbolistas tardan en digerirlo, pero estoy contento con el trabajo de Maxi".

"El Oporto fue mejor que el Atlético en la eliminatoria", añadió Leo Franco. "Físicamente, el equipo respondió muy bien. El resumen es que nos quedamos fuera, y es una calentura enorme".