Los equipos quieren cambiar la F-1

La última reunión de la FOTA (asociación de escuderías de fórmula 1) aportó muchas novedades y una constatación: un incipiente enfrentamiento con Bernie Ecclestone, el patrón. A los miembros de la FOTA, los diez equipos que componen la parrilla de salida, nunca les gustó la idea de repartir tres medallas en cada gran premio. Y ayer, en Ginebra, con unanimidad, establecieron un nuevo sistema de puntuación para cerrar en seco la propuesta del Supremo.

La intención es potenciar el valor de las victorias y los podios. El ganador de cada carrera obtendrá 12 puntos mientras que el segundo se anotará sólo nueve y el tercero siete. Del cuarto al octavo, la puntuación no variará respecto a ahora: de cinco puntos a uno. La decisión, sin embargo, deberá ser ratificada en la próxima reunión del Consejo de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que se celebrará el próximo día 17. Pero la mayor parte de los cambios han sido adoptados ya de acuerdo con Max Mosley, el presidente de la FIA.

También se propone comunicar el nivel de gasolina antes de salir y cuándo se repostará

La FOTA, por otra parte, estableció también una serie de medidas dirigidas a mejorar el espectáculo, reducir gastos y elevar el interés comercial de la F-1. A nivel deportivo, propone una reducción del 50% de los tests y que se hagan públicos antes de iniciar la carrera los niveles de gasolina de cada coche, las especificaciones de los neumáticos y la vuelta en que repostarán. Una información privilegiada para los espectadores. En el aspecto técnico se confirman medidas ya anunciadas: ocho motores por piloto y temporada, reducción del trabajo en el túnel de viento y en los programas de fluidos dinámicos en el ordenador y la oferta de que cualquier equipo pueda comprar motores por ocho millones de euros anuales. A nivel comercial, la FOTA quiere que la F-1 se abra mucho más tanto al público como a los medios de comunicación: cambiar su imagen y acercarla a los aficionados.

Las propuestas de la FOTA no acaban ahí. Son conscientes de los acuciantes problemas que se vislumbran y de la necesidad de mantener vivo el interés tanto a través de la televisión como en los circuitos. Entre las ideas que se barajan para 2010 están las de modificar el formato de la clasificación y buscar incentivos para los equipos como ofrecer un punto para el campeonato de constructores al pit-stop (parada en el taller) más rápido de cada carrera. Los grandes premios se reducirían a 250 kilómetros o un máximo de 1h 40m.

No obstante, los cambios más drásticos llegarían a nivel técnico. La FOTA quiere motores a cinco millones de euros anuales para los equipos clientes, cajas de cambio a 1,5 millones y un KERS (freno regenerador de energía) estandarizado para todos a uno o dos millones. Asimismo, quiere implantar una reducción del 50% en los gastos de aerodinámica, trabajar en sistemas estandarizados de telemetría y radio y prohibir la utilización de materiales y compuestos exóticos.