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Columna
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Investigación y elecciones

Hace ocho años, en una reunión con universitarios e investigadores, el presidente Emilio Pérez Touriño nos decía que era muy conveniente transmitir a la sociedad gallega e introducir en el debate político la necesidad de aumentar la investigación, el desarrollo y la innovación, aunque ello no fuese rentable electoralmente. Había que convencer que el futuro del bienestar de Galicia justamente estaba en ello. La innovación y el desarrollo debían penetrar en nuestras empresas, desde las pequeñas y medias hasta las más grandes, porque eso significa a medio y largo plazo supervivencia y fortaleza. Si queremos que el peso de la construcción en nuestra economía sea menor, el resto de nuestros sectores económicos deben ser capaces de competir en los mercados, y para ello no hay otro camino que la formación y la innovación para hacer así que sus productos sean más atractivos y de calidad. Nos decía también que Galicia se quedó fuera de la revolución industrial y de las grandes revoluciones científicas y tecnológicas del siglo XX. Tuvimos y tenemos buenos escritores, pintores, escultores, músicos y arquitectos, sin embargo, la aportación gallega a la ciencia y la técnica fue más bien modesta, y por ello, nos quedamos fuera de las principales fuentes de creación de pensamiento y riqueza. Esto no puede volver a pasar en el siglo XXI y por eso las principales prioridades del gobierno fueron en estos últimos cuatro años la educación y la investigación, el desarrollo y la innovación.

Galicia quedó fuera de las principales revoluciones del siglo XX y no puede volver a pasar con el I+D+i

No es fácil concienciar a la sociedad de la importancia del I+D+i, por encima de una mera visión superficial. Tampoco ayuda una formación periodística, con un déficit escandaloso en cualquier cosa que suene a ciencia y tecnología, lo cual hace que el periodista traduzca su falta de conocimiento en estos temas por falta de interés del público en general y por tanto sin interés informativo. Por eso, en las referencias que se hacen de la campaña apenas aparecen propuestas sobre investigación, desarrollo e innovación, y sólo alguna a universidades. Tampoco se ha escrito mucho sobre el balance de gobierno.

Sin embargo, el presidente, en sus intervenciones a lo largo de estos años, y también en la campaña electoral, se refiere continuamente al I+D+i, quizás sólo superado por la insistencia con que habla de educación. No son muchos los líderes que mencionen tan insistentemente estos temas. En estos últimos años se ha realizado un esfuerzo importante en I+D+i en varias consejerías, principalmente en Industria y Educación. Ya en 2007 se superó la barrera del 1% dedicado a I+D y actualmente se estará en torno al 1,2%, estrechándose la diferencia con la media española, que por su parte está estrechando la diferencia con la media europea a pasos agigantados. También es importante que, por primera vez, el gasto ejecutado por empresas superase el 50% del total, sin duda debido a la creación de diversas plataformas tecnológicas que aglutinan y facilitan la innovación de sectores productivos importantes. Igualmente ha sido importante el esfuerzo de recuperación e incorporación de investigadores jóvenes así como la configuración y consolidación de unidades de investigación y la creación de centros de referencia de primer nivel en colaboración con el Gobierno de España. Se puede decir que hay un antes y un después, siendo este avance reconocido fuera de Galicia.

Hace unos días, el presidente presentaba las propuestas del Partido Socialista arropado por investigadores pertenecientes a diferentes áreas de conocimiento y a diversos centros de investigación, así como a las tres universidades encabezadas por sus rectores. En las propuestas hay compromisos concretos y cuantificados, pero sobre todo hay dos ideas fundamentales: la crisis económica hace más necesario fortalecer la investigación, la innovación y las universidades para poder pasar de una economía del ladrillo a otra más basada en el conocimiento. Galicia tiene que mejorar en I+D+i pero el panorama no es negro y también en I+D+i tenemos nuestras fortalezas, potencia y posibilidades, tanto en el sector productivo como en los centros de investigación y universidades. No hay que llorar y sí trabajar confiada y acertadamente. Sería muy conveniente que la oposición también hablase de I+D+i. No tengo conocimiento de que en las sesiones de preguntas del Parlamento, el líder de la oposición haya realizado alguna sobre el particular.

Sí que presentó hace unos meses a los pensadores del PP, que les llamó con curioso acento think tank. Dichos pensadores estaban encabezados por Pedro Arias y Miguel Cancio. Sin duda valores seguros y prometedores, sólo comparables con los que encabezaban el proyecto economico para afrontar la crisis, Luis Carrera y, de nuevo, Pedro Arias.

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