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Caixanova moderniza su estructura y reorganiza su cúpula directiva

Es el primer gran movimiento interno de reestructuración de José Luis Pego, el director general de Caixanova, y seguramente no será el último. A través de una carta dirigida a todos los miembros de la dirección, enviada el 29 de enero, Pego les ha mandado un mensaje claro: Caixanova tiene que modernizarse. Y ha empezado a hacerlo aplicando un nuevo organigrama trazado por él mismo que incluye "cambios significativos que afectan a funciones, personas y responsabilidades". Una tarea que define como "difícil", en especial porque entiende "la inevitable lectura en términos de recompensas o no a determinadas personas". Una lectura que rechaza de plano.

La reorganización mantiene a los directores generales adjuntos, pero con responsabilidades renovadas. Juan Díaz Arnau, director de desarrollo corporativo y de negocio, llevará las áreas de comunicación con clientes, la arquitectura y gestión de operaciones, y para ello contará con Carlos Palleiro, director del Instituto de Desarrollo de Caixanova, como número dos. Otro gran protagonista será Gregorio Gurriarán, que tendrá que lidiar con la gestión de la morosidad. Al frente de la división comercial, también se hará cargo de la dirección del negocio minorista, la gestión de patrimonios y la red, tanto en España como fuera. Es la apuesta de Pego por el capital humano de la institución: "Mi idea era clara, prefería contar con la gente de la casa, pero si había que realizar alguna contratación externa para cubrir determinados puestos, manejaría también esa opción". No lo ha hecho en lo que respecta a la cúpula. Ángel López Corona dirigirá la división financiera, lo que incluye las empresas participadas, que llevará más directamente Juan Manuel Gutiérrez. En la planificación financiera y análisis y seguimiento de riesgo crediticio el responsable será Domingo González Mera. Por último, Antonio Carrera y Óscar Rodríguez Estrada se ocuparán de auditoría y asuntos institucionales respectivamente.

En su carta, el director de la caja también hace referencia a los resultados de 2008 con dos observaciones: "Ha sido un ejercicio muy complicado, pero en todo caso, menos complicado de lo que va a ser el año 2009. Nuestra cuenta de resultados se ha visto penalizada. No es tiempo de beneficios".

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