"En el juego tengo un punto de pasión, no de locura"

Carlos Marchena (Las Cabezas de San Juan, Sevilla, 1979) se ha convertido, quizás por necesidad, en una pieza indispensable del puzzle de Unai Emery. Unas veces desde la retaguardia. Otras tantas, algo más adelantado, se da el gusto de conducir el balón. Pero al capitán del Valencia le persigue fama de jugador excesivamente duro.

Pregunta. Pintaba, pero ya no lo hace. Estudiaba, pero terminó Turismo. ¿Cómo ocupa ahora su tiempo libre?

Respuesta. Intento estar con mi familia. Me gusta mucho leer. Y estar pendiente de todo lo que pasa en el mundo; me interesa la economía. Y la política.

P. Reconoce sin complejos que no es un portento físico. ¿Pesa, además, la Eurocopa?

R. Me encuentro bien, trato de estar al día. Claro que, cuando se acumulan muchos partidos, el cansancio y los golpes se notan. Tengo muchas molestias en el tobillo. Son muchos partidos...

P. ¿Por qué reciben tantos goles?

R. Jugamos muy alegre. El equipo no es conservador. Cuando apuestas tanto por el gol, dejas espacios y resguardas menos la portería. Pero es la filosofía que tenemos y vamos a morir con ella.

P. ¿También contra el Sevilla después del 3-2 de la ida?

R. Haremos lo que diga el entrenador. Yo sólo soy jugador.

P. Decía Emery que el Valencia había perdido su identidad.

R. No la ha perdido, la está cambiando. Siempre hemos sido un equipo más defensivo y ahora jugamos mucho más al ataque. Hay que adaptarse. Como central uno siempre quiere estar un poco más resguardado y que la gente ayude más en defensa, pero este sistema nos viene bien. Jugamos con mucho más descaro. Al espectador le gusta mucho más. Aunque los que más sufren son el portero y los defensas.

P. ¿Tiene un punto de locura?

R. No creo. En el juego tengo un punto de pasión y de pundonor, no de locura.

P. ¿Juega más contento como mediocentro?

R. Sí. Me encuentro muy cómodo. Juego más liberado. Aunque no tengo problema en jugar como central. Cuando juego en el medio tengo otro papel, a pesar de ser un medio defensivo. Juego más alegre porque sé que tengo detrás a los centrales por si pasa algo. En cambio, un central debe tener muy bien medido el pase y el riesgo. Detrás sólo tiene al portero.

P. ¿Ha arriesgado el técnico con las alineaciones en Copa?

R. El técnico es el más oportuno para hacer las alineaciones. Es el que más conoce a los jugadores, los trata todos los días, los ve entrenarse... Es valiente a la hora de hacer grupo y no escuchar opiniones de nadie. Chapeau. Esto es un equipo, tenemos un mismo objetivo y, por tanto, todos tenemos derecho a jugar.

P. Pese a la última derrota, el Valencia es cuarto en Liga, está vivo en la Copa y en la UEFA. ¿Han cambiado sus objetivos?

R. Han cambiado porque a principio de temporada pensábamos en volver a la dinámica que habíamos tenido en los últimos años y que perdimos el año pasado en Liga. Ahora el equipo está vivo en las tres competiciones y nuestro objetivo es soñar. Pensamos en ir ganando partidos para mantenernos en Champions y a partir de ahí, soñar.

P. ¿Con este Barça es utópico pensar en la Liga?

R. Veo al Barça muy fuerte. Si sigue en esa línea será difícil que baje de ahí.

Se despide tras una breve charla sobre la crisis, la especulación y el consumismo, Obama y la causa palestina. "¿Ve como no soy tan ogro?", inquiere mientras se aleja. "La gente que no me conoce tiene una idea equivocada de mí", replica.