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Entrevista:ÁNGEL CORCÓSTEGUI Y ENRIQUE DE LEYVA | Socios fundadores de Magnum | Empresas & sectores

"Sólo compramos si podemos duplicar el valor en cinco años"

David Fernández

Han visto más de 100 empresas, han comprado cuatro y están a punto de culminar la quinta adquisición. Y lo han hecho en su primer año de vida y con el peor entorno de financiación que se recuerda. Ésta es la biografía acelerada de Magnum, compañía de capital privado (private equity) fundada en noviembre de 2007 por Ángel Corcóstegui, ex consejero delegado del Banco Santander, Baldomero Falcones (ya no forma parte del proyecto porque fue fichado en junio de 2008 por FCC para llevar las riendas de la constructora), Enrique de Leyva, ex socio director de McKinsey, y João Talone, ex consejero delegado de EDP, la principal eléctrica portuguesa. Entre todos los socios desembolsaron un capital social de 20 millones de euros. El grupo cuenta hoy con fondos propios cercanos a los 900 millones, aportados por inversores institucionales españoles y extranjeros.

"Nuestra ventaja no es el apalancamiento sino la capacidad de gestión"
"Se está devolviendo al mercado parte de la racionalidad que se había perdido"
La farmacéutica lusa Generis está cerca de convertirse en su quinta adquisición

"Nuestra actividad consiste en la adquisición de empresas privadas que se encuentran en una fase madura de desarrollo y son líderes en sus sectores de actividad", explica Enrique de Leyva. "No somos inversores especulativos, somos inversores especializados con alta capacidad para añadir valor industrial a las empresas participadas. Tenemos el control de las empresas entre cinco y seis años, y cuando consideramos que ya hemos mejorado su eficiencia las devolvemos al mercado".

En su primer año de vida, Magnum ha adquirido Eptisa, empresa de ingeniería civil; Pretersa-Prenavisa, especializada en soluciones para infraestructuras industriales; Vendap, dedicada al alquiler de maquinaria, e

Iberwind (antigua Enersis), el principal operador de parques eólicos en Portugal. Además, ultima las negociaciones para hacerse con el control de una quinta empresa, Generis, líder farmacéutica de productos genéricos en Portugal. El precio de la operación podría estar cerca de los 200 millones de euros. Magnum compraría el 80% y el 20% quedaría en manos del anterior propietario y director general.

En total, Magnum ha desembolsado casi el 30% de su capital. El esquema seguido por la firma de private equity suele ser financiar las operaciones al 50% entre recursos propios y deuda, por lo que aún tiene capacidad para disponer "de hasta 2.000 millones" para hacer nuevas compras. Los únicos sectores donde no tienen previsto invertir son el inmobiliario y el financiero.

"El objetivo de Magnum en los próximos cuatro años es tomar participaciones mayoritarias en unas 10 o 12 compañías de tamaño medio y grande, con un beneficio operativo superior a los 20 millones de euros", resume Ángel Corcóstegui. "Nuestra intención es invertir en compañías españolas o portuguesas sólidas financieramente y líderes en sus sectores o con vocación de serlo y crear valor para nuestros inversores. Para lograr estos objetivos, la calidad del equipo directivo de las empresas es un factor de éxito fundamental". ¿Y qué objetivo de rentabilidad tienen? "Sólo invertimos si existen posibilidades de duplicar el capital en cuatro o cinco años", indica Corcóstegui. Además, Magnum opera únicamente si existe la posibilidad de tener una participación mayoritaria en la compañía, aunque no les gusta que los anteriores dueños abandonen por completo el capital "porque conocen mejor que nadie la compañía".

El menor crecimiento del crédito está limitando la capacidad financiera para realizar adquisiciones y esto provoca que las firmas de capital privado hayan visto disminuida una de sus ventajas competitivas frente a los competidores industriales. "Sigue habiendo interés en financiar la actividad del sector, si bien desde un análisis de crédito más exigente que el aplicado antes de la actual situación. Se está devolviendo al mercado parte de la racionalidad que se había perdido con los altos precios pagados por las adquisiciones realizadas en los últimos años", según De Leyva.

Los responsables de Magnum creen que, dada la incertidumbre actual y la profundidad de los cambios que están afectado al sistema financiero mundial, es difícil prever la evolución del mercado de crédito a corto plazo. En su opinión, al menos en el primer semestre de 2009, el mercado crediticio mantendrá la tónica actual "o ligeramente mejor".

"Nuestra ventaja competitiva no es apalancarse al máximo, sino la gestión eficiente de las empresas que adquirimos. Al usar de forma moderada la financiación bancaria en nuestras adquisiciones tenemos más margen de maniobra que nuestros competidores en un entorno de reestricción de crédito", argumenta Corcóstegui. En opinión del ex consejero delegado del Santander, el endurecimiento de las condiciones de crédito suponen un reto nada fácil. "Ahora más que nunca será esencial contar con equipos directivos de máximo nivel, y dentro de las empresas de private equity con equipos profesionales experimentados y capaces no sólo de realizar compras y ventas, sino de gestionar con éxito las empresas de sus carteras de participadas".

Entre las potenciales presas de Magnum se pueden distinguir varios tipos. El primero incluye a filiales de grandes empresas. El fuerte endeudamiento de muchas de ellas les ha llevado a poner el cartel de "se vende" a algunas divisiones. "Hemos recibido ofertas y nosotros buscamos proactivamente oportunidades de inversión que encajan dentro de esa descripción", reconoce De Leyva. "Pensamos que el capital privado puede desempeñar un papel importante en la desinversión de determinados activos no estratégicos de empresas que han experimentado un fuerte crecimiento de su base de activos en los últimos años".

Otro de los caladeros del capital privado es el segmento de las empresas familiares que buscan alternativas para su futuro diferentes de la salida a Bolsa o la venta a un competidor. "La mayoría de las empresas familiares españolas gozan de una excelente gestión profesional. Es frecuente, sin embargo, que estas empresas afronten a lo largo de su vida situaciones de sucesión o de cambios en el accionariado. En estos casos, el private equity ha sido tradicionalmente una de las opciones preferidas", comenta De Leyva.

¿Y ven oportunidades de inversión entre las compañías españolas cotizadas? "Si nos fijamos en los valores actuales de cotización, la respuesta debería ser que sí vemos oportunidades, pues los precios de algunas compañías reflejan un descuento excesivo. En todo caso, el escenario económico recomienda analizar las valoraciones con prudencia y esperar a tener más datos sobre la evolución del ejercicio 2009", apunta Corcóstegui.

El problema de comprar una empresa cotizada, según el socio fundador de Magnum, es que suele venir acompañada de una exclusión de negociación. "Por lo general, estas operaciones son muy complejas y de ejecución larga". Desde Magnum siguen con interés el desarrollo del mercado alternativo bursátil para pymes, "de hecho, ya hemos mantenido conversaciones con algunos de los intermediarios registrados", ya que constituye una potencial plataforma donde realizar operaciones.

Enrique de Leyva (de pie) y Ángel Corcóstegui.
Enrique de Leyva (de pie) y Ángel Corcóstegui.SAMUEL SÁNCHEZ

Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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