Los nacionalistas aprecian gran dosis "electoral" en los arrestos

La redada policial de ayer contra organizaciones ilegalizadas fue acogida por los nacionalistas y Ezker Batua como un elemento más de la pugna electoral que se ventilará el próximo 1 de marzo en Euskadi. Detenciones con dos claros beneficiarios, según ellos: el PSOE y el PP, pero también el "victimismo" de la izquierda abertzale, en palabras del presidente del PNV, Iñigo Urkullu. "Un juego interesado del PSOE y del PP" basado en la Ley de Partidos, recalcó el dirigente peneuvista.

Urkullu llegó a rememorar la etapa de José María Aznar. Y declaró en Radio Euskadi: "parece que estamos hablando de anteriores operaciones preventivas, como las desarrolladas en la época de Aznar" y que "siempre ocurren en la época anterior a las elecciones, sobre la base del pecado original que es la Ley de Partidos". El líder de EA, Unai Ziarreta, apuntó a los "cálculos electorales" de Madrid para explicar la operación. El coordinador de Ezker Batua, Javier Madrazo, vio en los arrestos una "clara motivación política" y Aralar reprobó las detenciones por "realizar actividades políticas". Su portavoz, Jon Abril, tildó además de "despiadada" la Ley de Partidos.

El rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Iñaki Goirizelaia, expresó su "inquietud" por la situación de la profesora de esa institución pública Arantza Urkaregi. En un comunicado, apuntó su deseo de que Urkaregi se reincorpore "cuanto antes" a la actividad académica. El sindicato de enseñanza STEE-EILAS, al que pertenece Urkaregi, dijo que su afiliada se había dedicado a "defender el derecho de existencia y actividad política de la izquierda abertzale" y en su compromiso desde el sindicato por mejorar la calidad de la UPV. La central mayoritaria ELA subrayó que "representan un ataque al derecho fundamental de participación política".

Evitar tapaderas de ETA

En las antípodas de esas valoraciones se situaron los líderes del PSE, Patxi López, y del PP, Antonio Basagoiti. El líder de los socialistas vascos las enmarcó en la "normalidad" del funcionamiento del Estado de derecho. Y dijo que no se puede permitir "de ninguna manera "la existencia de formaciones políticas "para las que la violencia sea un mecanismo con el que obtener objetivos políticos". Los arrestos pretenden evitar "que haya en las próximas elecciones una tapadera de una banda terrorista".

Basagoiti dijo que las detenciones eran el camino para conseguir "la paz y la libertad" y recordó que cuando él era edil en el Ayuntamiento de Bilbao y coincidió con Urkaregi "no la ha visto condenar ningún atentado y la he visto alegrase cuando asesinaban a algún compañero".