"No salga a la calle si no es necesario"

El viento causó ayer estragos: se llevó por delante ayer los techos de barracones en el colegio público Josep Camarena de Gandia y los alumnos tuvieron que ser desalojados pero no sufrieron daños. Lo mismo ocurrió con la cubierta de la piscina municipal de la misma población, que acabó dentro del agua. Aunque también en este caso había personas en el interior de las instalaciones poco antes de que el techo se derrumbara, no hubo heridos. En Tavernes de La Valldigna desprendió una fachada, derrumbó árboles en Requena, muros en La Vall de Laguart, y ventanas en algunos rascacielos de Benidorm. Los bomberos realizaron decenas de actuaciones a lo largo del territorio.

La Consejería de Gobernación decretó la preemergencia por vientos fuertes, que elevó a nivel rojo en el caso de la provincia de Valencia donde, a partir de medianoche, el viento podía alcanzar 130 kilómetros por hora. El departamento difundió una larga lista de consejos. Entre ellos: "No salgas a la calle si no es necesario. Aléjate de las casas viejas o en mal estado. Evita muros y vallas publicitarias. No pases por debajo de andamios o edificios en construcción. Los postes de luz y torres de alta tensión son muy peligrosos. No transites por parques o avenidas arboladas. Evita circular por carretera. No te acerques a paseos marítimos, espigones o acantilados. La fuerza del agua te puede arrastrar".

Las provincias de Alicante y Castellón fueron declaradas en nivel naranja. Los vientos podían alcanzar una velocidad de hasta 110 kilómetros por hora. La Generalitat decretó también la máxima preemergencia ante incendios forestales en todos los municipios del territorio.

La flota de las tres provincias permaneció amarrada y así seguirá, al menos, hasta el lunes. "Ha soplado un viento de miedo, era imposible salir a faenar", declaró el presidente de la cofradía de pescadores de Valencia, José Ramón Domingo, a Europa Press. En Burriana las barcas llegaron a salir pero tuvieron que regresar a puerto ante el estado peligroso de la mar.

La llegada del viento de poniente provocó ayer otro fenómeno atmosférico llamativo: las temperaturas subieron hasta 11 grados en algún municipio (fue el caso de Rojales, en Alicante, donde se pasó de los 13 del jueves a los 24 de ayer). Las subidas alcanzaron seis grados en la ciudad de Valencia y ocho en las de Alicante y Castellón.