Un industrial muere en un secuestro
Los raptores exigían dos millones por el empresario marbellí Fernando Moreno
Fernando Moreno Espada, de 76 años, no encajaba en el estereotipo frívolo de empresario marbellí: a pesar de su fortuna, levantada a partir de un camión y de 40 años de esfuerzo, Moreno llevaba una vida sin ostentaciones. Ni mansiones, ni cochazos, ni yates en Puerto Banús. Sin embargo, esa austeridad no impidió que el pasado miércoles por la mañana uno o varios secuestradores lo raptaran mientras cultivaba su huerto de aguacates. Ayer, sobre las 14.00, su cadáver fue encontrado, en una caseta de aguas escondida al final de un camino entre Marbella y la localidad vecina de Istán.
El cuerpo sin vida de Moreno, padre de cinco hijos y muy conocido en la ciudad, no presentaba signos externos de violencia, por lo que los agentes del grupo de Secuestros y Extorsiones de la policía se inclinan por que el empresario falleciera por causas naturales, derivadas del secuestro. Hoy se le practicará la autopsia.
El cadáver no presentaba signos externos de violencia
Los trabajadores de una planta de hormigón propiedad de Moreno notaron el miércoles por la mañana que el industrial había desaparecido del huerto anexo a la fábrica, al que acudía casi a diario, muchas veces acompañado por un nieto, según indicó ayer un hermano menor del fallecido. Tras recorrer la zona en su búsqueda, los empleados llamaron a la familia, que trató en vano de dar con él a través del móvil.
Pocos minutos después de la desaparición, en el domicilio del empresario, en el núcleo marbellí de San Pedro Alcántara, sonó el teléfono. Una voz con acento sudamericano exigía el pago de dos millones de euros a cambio de la libertad de Moreno. La familia denunció el posible secuestro en la comisaría. Los presuntos raptores realizaron sucesivas llamadas en las que rebajaban el importe del rescate. En la última, sobre las 16.00 del miércoles, la cantidad que reclamaban era de 600.000 euros.
El teléfono, para entonces intervenido por la policía, no volvió a sonar hasta las 22.00. A esa hora, los secuestradores informaban de que habían liberado al empresario "cerca del pantano de Ojén". Los agentes lo buscaron por ese municipio, donde no hay ningún embalse, y junto a los depósitos de agua de Marbella, según una fuente policial. Ayer, llevaron la búsqueda a las cercanías del pantano de la Concepción, en Istán, donde finalmente apareció el cuerpo de Moreno. El cadáver se halló en el paraje de Arroyo Montero, en una finca que perteneció a la familia del fallecido y cerca de la casa, hoy en ruinas, donde se crió.
Uno de los empleados de Moreno alertó de que, antes de su desaparición, había visto por la zona una furgoneta vieja con matrícula británica y el volante a la derecha. Ese vehículo fue hallado ayer en Marbella y la policía tomó huellas en su interior, según el hermano menor del empresario.
Con información de Juana Viúdez, Jesús Duva, Javier Martín-Arroyo y Fernando J. Pérez.
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