" Yo querría ser Batman"

Pregunta. Con El juego del ahorcado, que estrena a fin de mes, deja la comedia y pasa a la angustia. ¿Qué mosca le ha picado?

Respuesta. La curiosidad y la emoción, porque la adolescencia es una etapa muy tremenda.

P. ¿Se ha querido poner serio y trascendente?

R. No. Simplemente cuento las historias que me emocionan.

P. Mucha emoción con la adolescencia. ¿Dónde fue su primera vez?

R. Espérese que me acuerde, porque hace mucho tiempo [risas]... Yo creo que fue en una escalera. Tendría 16 años.

P. ¿Coronó con éxito?

R. Qué va. La primera vez, nunca se corona con éxito. Siempre es terrible, ¿no?

P. ¿Ha mejorado?

R. Algunas veces, sí, y otras, no. Nada es perfecto.

P. ¿Por qué le interesa la adolescencia, que es una pesadez?

R. Porque es un momento fundamental para estos personajes y porque la vida se les presenta en una situación bastante tremenda, y tienen que responder con los recursos que tienen, y con intuición.

P. ¿Usted también rompió la bici el día de su primera comunión?

R. No, pero yo siempre rompía algo. En general, era bastante destrozón, sobre todo porque me gustaba investigar. Escoñaba cualquier aparato mecánico que me regalaban. Como mi abuelo cuando quería arreglar los relojes.

P. ¿Le pasa con el cine?

R. Pues quizá con el cine lo que me hace esa herencia es investigar, ser curioso. No quedarme solamente en un género.

P. En el dilema de los protagonistas entre corazón y razón, ¿con qué se queda?

R. Yo me quedo con el corazón. Aunque me equivoque. Con la vehemencia. El tirarte a la piscina.

P. ¿El amor perjudica seriamente la salud?

R. Sí. El amor te provoca desamor, puede llevarte a una depresión. La melancolía es algo bonito, muy literario, pero el amor, conectado con la pasión, con el deseo, a veces te provoca grandes frustraciones.

P. ¿Qué merece la pena Boca a boca?

R. Yo creo que el beso, ¿no?

P. ¿Prefiere Reinas o presidentas de la República?

R. Presidentas de la República.

P. ¿En qué está Desafinado?

R. Sobre todo cuando canto. Y desafino mucho cuando no tengo sentido del ridículo. Y, sin embargo, soy tímido.

P. ¿La Salsa, rosa o de algún otro color?

R. A mí es que la salsa rosa me gusta. Mayonesa, tomate, un poquito de tabasco. Que esté picante.

P. ¿Todos los hombres sois iguales?

R. Yo creo que sí. Somos bastante burros, bastante burracones. Tenemos un cerebro quizá preparado teóricamente para grandes empresas, pero las mujeres son muchísimo más prácticas, más sosegadas. Somos bastante burros y bastante guarros.

P. Y usted ¿en qué no es igual a todos los hombres?

R. Quizá soy menos guarro.

P. Es del montón, pero con más ducha.

R. Sí.

P. ¿Llegó a solucionar su adicción sexual cuando rodó Entre las piernas?

R. No he sido adicto. Lo que sí he hecho es repetir en una escalera. Con éxito.

P. ¿Hay algo en lo que sea sofisticado?

R. Creo que en la elaboración de la puesta en escena. Y en mi vida privada, en pocas cosas. En los elementos de la casa. Que estén colocados de una manera o que tengan un color determinado: rojo, azul, negro.

P. ¿Cuándo volverá a meter al Rey en una película?

R. Cuando se lo merezca.

P. ¿Con qué SMS le convocaría?

R. Como tiene mucho sentido del humor, le pondría "¡viva la República!".

P. Si tuviera que hacer de superhéroe, ¿Superman, Aznar, El Guerrero del Antifaz?

R. De estos tres, El Guerrero del Antifaz. Superman me parece soso. Pero yo quien querría ser es Batman. Me gusta el negro y, además, de pronto, vuela.

P. Cámara en mano, ¿cómo se retrataría?

R. Me gusta el desnudo. Me parece un elemento estético.

P. ¿Incluso el suyo?

R. Eh... Iríamos por el lado de que el personaje desnudo siempre es más sincero.

P. ¿De éxito cómo anda?

R. El éxito me da mucho miedo. Me parece un arma de doble filo.

P. Pues ha tenido muchos taquillazos.

R. Sí. Pero los taquillazos son absolutamente efímeros.

P. ¿Ha dicho taquillazos o gatillazos?

R. Yo creo que he tenido más taquillazos.