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Reportaje:COPA DE LA UEFA

Sin beber no se juega

Mark Hughes, técnico del Manchester City, exige a sus futbolistas un análisis de orina diario para comprobar la hidratación del cuerpo

Jordi Quixano

El que está lesionado, no puede aparecer más tarde de las nueve de la mañana por la ciudad deportiva de Carrington, del Manchester City, para someterse a tratamiento. El que tiene ligeras molestias, debe estar antes de las diez para pasar por los fisioterapeutas. Y el que esté en plena forma, presentarse a las 10.30 para iniciar, media hora después, el entrenamiento. Son las normas del técnico Mark Hughes, que no perdona una. Orden y disciplina. Rival del Racing esta noche (20.45, Canal +), el City vive entre la opulencia -está en manos del jeque Mansur Bin Zayed al Nahian, del emirato de Abu Dhabi, y se presume una revolución del equipo en el parón invernal- y las reglas. Como hacer cada día una analítica de orina.

El entrenador impone multas por sobrepeso y por entrar el móvil en el vestuario

"Antes del entrenamiento debemos pasar el análisis de una maquinita que determina nuestros niveles de hidratación", confirma Javier Garrido, lateral zurdo curtido en la Real Sociedad que firmó el año anterior por el City, deseo de Sven-Gorän Eriksson, entonces entrenador. También deben pasar por la báscula, con la idea de mantener el peso ideal. El que esté mal hidratado o con unos kilos de más, multa y se queda sin entrenarse. "Son normas que al principio chocan pero que, una vez aceptadas, agradan porque lo notas en el rendimiento", concede Garrido.

En el entrenamiento, Hughes es igual de inflexible. "Todo se hace con balón. Tanto en el físico como en los juegos, la pelota es la protagonista", revela Garrido. "La gente está muy contenta con este método", abunda Pablo Zabaleta, el carrilero derecho y ex jugador del Espanyol. Muchos partidillos en espacios reducidos, de posesión, con las manos o con diversas porterías. Luego, aunque es opcional, todos se quedan a comer en Carrington. "Tenemos que beber mucha agua y los batidos que nos preparan, claro", señalan los jugadores. La cerveza, sin embargo, está prohibida en la ciudad deportiva pero no tras un partido.

Hughes entiende la disciplina como una parte del entrenamiento. De ahí que los jugadores deban dejar el móvil en el coche. "La norma algunos se la saltan cuando el míster se despista...", señala Garrido, que nunca ha visto al jeque dueño del club.

Concentrados en Santander, Hughes parece tener claro el equipo, el 4-1-4-1. Hart en la portería; Zabaleta y Garrido en los laterales, y Dunne, capitán, más Richards, el portento físico, en el eje. Vassell y Robinho -"un enamorado de los coches, los relojes y la moda que se ha integrado de maravilla", cuenta Garrido- en las alas, con Kompany como medio centro, más Wright-Phillips e Ireland -determinante en los últimos metros- en la medular. Arriba, Jô. Y si fallan hoy, amenaza de multa.

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