Cómo invertir cuando los tipos bajan
La crisis impide que la Bolsa se beneficie del abaratamiento en el precio del dinero
Las crisis arrasan con todo; incluidas muchas teorías económicas. A la hora de confeccionar una estrategia de inversión, el devenir de los tipos de interés es un factor importante. En función de la senda que tome el precio del dinero, unos activos de inversión serán más atractivos que otros.
Las voces más academicistas siempre han sugerido que cuando entramos en una fase bajista de los tipos de interés, como ocurre en la actualidad, la renta variable recupera brillo. La explicación es sencilla: para valorar las acciones de una compañía se descuentan los flujos de caja futuros a una tasa. Esta tasa está compuesta por los tipos de interés más la prima de riesgo (rentabilidad extra que se le exige a la renta variable sobre el rendimiento de la renta fija). Por tanto, si los tipos son más baratos, la valoración de las acciones debería mejorar. Sin embargo, la compleja crisis económica que sufrimos ha roto esta correlación. "El precio del dinero se ha abaratado, pero los beneficios empresariales caen y la prima de riesgo aumenta. Por tanto, la valoración bursátil no se está viendo beneficiada de las rebajas en los tipos de interés", argumenta Juan Luis García Alejo, director de análisis y gestión de Inversis Banco.
En renta fija privada hay bonos de alto interés y con riesgo de impago bajo
Algunas entidades empiezan a rebajar la rentabilidad de sus depósitos
Si la teoría dice que cuando los tipos caen la Bolsa sale beneficiada, dentro de la renta variable las compañías más favorecidas por este escenario deberían ser aquellos grupos con mayor nivel de apalancamiento. Pero aquí también se está incumpliendo el axioma. El miedo de los inversores mantiene en máximo el spread crediticio (diferencial entre lo que les cuesta financiarse a las empresas y el interés al que se financian los Gobiernos), por lo que el peso deuda no se está viendo muy aliviado.
Asimismo, la caída de los tipos de interés debería hacer aún más atractiva la rentabilidad por dividendo de las compañías. Ahora mismo, el ratio del Ibex supera el 6%. El problema es que el mercado sospecha que la política de retribución de muchas empresas empeorará en los próximos meses debido al impacto de la desaceleración económica en sus beneficios.
Ante este panorama, muchos inversores quizá se pregunten si entonces deben mantenerse en renta fija a pesar de que la rentabilidad de estos productos ha emprendido la cuesta abajo debido, entre otros motivos, a la rebaja aplicada en los tipos oficiales por parte de los bancos centrales. La respuesta más repetida entre los expertos es que sí; la renta fija mantiene hoy por hoy su atractivo de valor refugio, aunque dentro de ella hay productos más interesantes que otros.
Una de las opciones que conservan gancho son los depósitos bancarios. No obstante, las entidades empiezan a trasladar a sus ofertas el abaratamiento del precio del dinero. El banco ING Direct, por ejemplo, ha recortado la rentabilidad de su Cuenta Naranja en un punto, del 6% al 5%, Además, han desaparecido las ofertas a un mes en las que algunas entidades como
Caja Madrid y Barclays llegaban a pagar hasta un 10% de interés. Los productos de pasivo suelen rentar entre un punto y un punto y medio más que el nivel del Euríbor. En la medida en que este índice baje aún más, los expertos auguran que los depósitos y cuentas remuneradas se verán obligados a recortar también sus rentabilidades.
"Con independencia de que el interés caiga más en los próximos meses, los depósitos son productos que no recomendamos a nuestros clientes porque trasladan a las carteras el riesgo del balance de los bancos. Además, son más ilíquidos que otros productos de renta fija", explica Ramón Carrasco, gestor de patrimonios de Fortis Banca Privada.
Ante el rápido y contundente deterioro económico, los bancos centrales han reaccionado aplicando importantes rebajas en el precio oficial del dinero. Desde el pasado mes de septiembre, la Reserva Federal ha recortado los tipos de interés del 2% al 1%. En el caso del Reino Unido, la caída ha sido más acusada, al pasar del 5% al 2%. Incluso el Banco Central Europeo (BCE), que el 30 de junio aplicó una subida de los tipos por el temor a la inflación, ha tenido que dar marcha atrás en su política y recortar la tasa del 4,5% al 2,5%.
La palabra deflación (caída generalizada de los precios) empieza a ganar espacio en las previsiones económicas y ya hay muchos que hablan de que es posible ver tipos de interés próximos a cero. A los tipos oficiales todavía les quedan varios escalones hasta alcanzar esta crítica cifra. Sin embargo, el tipo cero ya ha llegado a la renta fija en sus plazos más cortos. Aprovechando el miedo que tienen los inversores, el Tesoro estadounidense ha colocado esta semana 27.000 millones de dólares (20.800 millones de euros) en letras a tres meses a un tipo de descuento del 0,005% y 30.000 millones en letras a cuatro semanas al 0%.
"Esta situación se explica por el temor a la deflación. Sin embargo, nosotros no contemplamos ese escenario, sino el de una desinflación severa", comenta García Alejo. "En este contexto, la renta fija sigue siendo un puerto seguro. Y, dentro de ésta en la deuda corporativa hay oportunidades de inversión muy interesantes ya que el mercado descuenta unas tasas de quiebra empresarial exageradas. Entre las emisiones con un rating de grado de inversión hay bonos con una rentabilidad superior al 6% con un riesgo de impago realmente bajo", añade el analista de Inversis.
A pesar de las rebajas en los tipos de interés oficiales, éstas no se han trasladado con la misma intensidad al Euríbor (el índice que refleja el precio al que se prestan dinero entre sí los bancos y al que están referenciados los créditos hipotecarios). Esta situación ha llevado al presidente del BCE, Jean Claude Trichet, a amenazar con congelar el abaratamiento del precio del dinero si los bancos no trasladan las inyecciones de liquidez al Euríbor. Hasta que eso se produzca, ¿cómo puede el pequeño inversor aprovechar el diferencial entre los tipos oficiales (2,5%) y el Euríbor (3,5%)? "Las posibilidades no son muy abundantes, pero hay alternativas como determinados fondos cotizados que replican la evolución del Eonia [Euríbor a un día] con una comisión de gestión bastante baja", aconseja Jacobo Zarzo, socio-director de Atlas Capital.
Además de la distorsión en el Euríbor, en el mercado existe otra situación anómala, y es el aplanamiento en la curva de los tipos de interés, ya que la diferencia entre el corto plazo y el largo plazo es demasiado baja. "Una estrategia que puede dar sus frutos es apostar porque la curva vuelva a coger algo de pendiente, bien porque los tipos a corto caigan aún más, bien porque los tipos a largo suban", explica Zarzo.
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