La delantera como defensa

Desde el primer día, el técnico azulgrana, Pep Guardiola, tuvo claro cómo debía jugar el equipo. Así lo definió en el campo escocés de Saint Andrews, donde el Barça realizó parte de la pretemporada. "¡Más arriba! ¡Aprieta y no dejes pensar al rival!", gritaba sin resuello a Messi, que resoplaba y gesticulaba al tiempo que obedecía porque creía en el concepto y la propuesta del entrenador. "Quiero seducir a los jugadores desde la palabra", conviene Guardiola. "Con sus frases, tan claras y rotundas, nos hace entender su fútbol a la primera", confirman desde el vestuario. En el Madrid no ocurrió lo mismo con Bernd Schuster este curso, en el que el equipo parecía partido en dos y el técnico fue destituido esta semana en favor de Juande Ramos.

Puyol: "Nuestro trabajo es más fácil porque los delanteros rivales llegan forzados"

La delantera azulgrana ha recuperado 52 balones por 36 la blanca

"¡Si el adversario recibe de espaldas, que no se gire!", insistía Guardiola en Escocia... Y tanto Messi como el resto de los delanteros absorbieron las nociones defensivas. Hasta el punto de que es el único equipo que comete más faltas con la línea delantera de tres que con la defensiva. "Se lo han tomado al pie de la letra", señalan desde el cuerpo técnico con tanta satisfacción como alegría; "les dijimos que no queríamos faltas en nuestro campo y las hacen todas en el ajeno". Para Xavi, todo es más sencillo: "Guardiola nos ha dado orden defensivo. Y es normal que robemos en posiciones adelantadas porque vivimos allí". Y Márquez abunda: "Se trabaja la presión en todas las líneas, pero siempre en posiciones adelantadas". Así se entiende que de tres cuartos para arriba del campo el Barça sume 82 faltas; y de la medular para atrás, 73. El Madrid, por el contrario, contabiliza 80 faltas arriba por 107 atrás.

Sin contar a Dani Alves, carrilero que se despliega por toda la banda, lo que imposibilita clasificarle en una zona determinada del campo, se tienen en cuenta los números de los tres jugadores por línea que más minutos han disputado en la Liga. Puyol (1.122), Márquez (976) y Piqué (851), en la defensa; Xavi (1.194), Touré (829) e Iniesta (740), en la media, y Eto'o (1.065), Messi (1.023) y Henry (796), en la delantera. El número de faltas es tan expresivo como aclaratorio. La defensa suma 31 infracciones (una cada 95 minutos); la medular, 30 (una cada 92), y la delantera, 44 (18 de Henry, 14 de Eto'o y 12 de Messi; una cada 65). "Pero no sólo eso", remarca Piqué; "la presión avanzada de los delanteros nos otorga muchas facilidades para recuperar balones porque exige a las defensas rivales que tiren pelotazos". Lo mismo opina Puyol: "Nuestro trabajo es más fácil porque los delanteros adversarios llegan muy forzados".

Para el Madrid no es lo mismo. Los números se extraen de nuevo con los tres jugadores que más presencia han tenido en el equipo hasta la fecha. Pepe (947 minutos), Sergio Ramos (943) y Marcelo (915), en la zaga; Gago (720), Guti (709) y Van der Vaart (709), en la media, y Raúl (1.027), Higuaín (1.006) y Van Nistelrooy (466), en la delantera. El Madrid, con una presión desgarbada y desacompasada, apenas roba balones en las posiciones adelantadas. Tanto es así, que no ha sido raro escuchar a Pepe quejarse de que la zaga juega de la mano con Casillas. "Trato de tirar la línea hacia delante porque es uno de mis objetivos", asegura el central. Pero sí que hacen faltas. La defensa suma 51 infracciones (una cada 55 minutos); la media, 48 (una cada 44), y la delantera, 34 (14 de Higuaín, 12 de Raúl y 5 de Van Nistelrooy; una cada 73). "Deberíamos haber sido más serios y más contundentes atrás", reconoció Guti, por ejemplo, después de la visita del Juventus al Bernabéu en el encuentro de la fase inicial de grupos de la Liga de Campeones.

"La presión del equipo se traduce en las pelotas robadas", argumentan desde el cuerpo técnico azulgrana. "Pero desde la defensa", amplían. Así lo ratifican los datos. La zaga azulgrana suma 286 recuperaciones. La media, 75. Lo mismo pretende Juande Ramos, que en su único encuentro al frente del equipo madridista se esmeró en serigrafiar en la cabeza de los jugadores la presión conjunta y la unión de las líneas. Entre otras razones, porque el Madrid cede más protagonismo a la media. Contabiliza 270 recuperaciones en la última línea, pero 108 desde la medular. En la delantera, más de lo mismo. El Barça cuenta 52 robos; el Madrid, 36. Y de goles, otro tanto: la azulgrana ya han materializado 30 por los 20 de la madridista.

"No debemos recibir un gol en los primeros 15 minutos", reseñó ayer Juande. "Tenemos que generar muchas ocasiones y conceder muy pocas hasta el final del partido", replicó Guardiola. Dos equipos, dos estilos.