El gran éxito de Emilio

"Esta Copa Davis también la ha ganado Rafa [Nadal]". Las últimas palabras de Emilio Sánchez Vicario como seleccionador español revelaron las razones de su éxito. Eran un análisis: ausente el número uno, la pista construida en su contra era un regalo para Feliciano López. También había un explícito reconocimiento al mallorquín, el resumen de por qué el técnico ha pasado de levantar suspicacias entre los jugadores a ser "un amigo" según Feliciano. España busca capitán. El anterior vuelve a la academia de tenis que regenta en Barcelona con Sergio Casal, su pareja de dobles.

"La lista es reducida", según fuentes federativas: Albert Costa y Àlex Corretja están en ella. Se empezará a tratar el asunto mañana. La Davis 2009 arranca con un España-Serbia (del 6 al 8 de marzo), por lo que puede optarse por una capitanía interina encabezada por Javier Duarte, el director deportivo, o Miguel Marguets, el seleccionador femenino, ante las elecciones presidenciales. Serán en la segunda semana de marzo y obligan, según la Federación, a que la decisión definitiva sea "consensuada" y quizás posterior. Además, el nombramiento dependerá de si Pedro Muñoz se presenta a la reelección.

"Terminada la Davis, decide el tenis español", explican en el CSD, cada vez más distanciado de Muñoz. Éste logró apagar las protestas de sus tenistas, que le recriminaban sus "mentiras", a cambio de no perpetuarse. Tres minutos después de anunciar esa decisión, su entorno deslizaba que sería candidato "si lo pide el tenis español". Todavía no se ha decidido, pero sí ha sondeado: cuenta con los votos de 12 territoriales, a las que estudia pedir un aumento de sueldo, y quizás haya logrado algún sostén más este fin de semana, en el que 27 directivos estuvieron en Mar del Plata con sus esposas, que se habrían pagado sus billetes y aprovechado que no existía diferencia de precio entre la habitación doble y la individual. Los ejecutivos, por su parte, aprovecharon un acuerdo de billetes gratis y a bajo coste. Si Muñoz se presenta y gana, el seleccionador no sólo heredará de Sánchez Vicario un equipo campeón: quizás tenga que vivir la penitencia de Emilio. Antes que héroe, Sánchez Vicario fue involuntario villano.

"Entré con un poco de dificultad", reconoció; "en el último tramo es cuando más he empezado a ser yo mismo". Su llegada, en 2005, dio cuerpo al primer encontronazo entre los tenistas y Muñoz. Aquéllos se sentían molestos por el final abrupto de la anterior capitanía. Apoyaban a Costa como su relevo. Y se encontraron con Sánchez Vicario. Hoy se les va "un amigo". El hombre que leyó para las cámaras su carta de protesta contra Muñoz, el que luchó para que su cargo adquiriera el nivel de seleccionador considerando el de capitán un anacronismo, el que se marcó los objetivos de formar un dobles y hacer una España competitiva a domicilio. Y el líder que convenció a un equipo destinado a la derrota de que la victoria era más que un desafío. El cierre soñado para la gestión de Emilio.