Del Bosque mira a la cantera

Siempre tan propenso a escrutar los campos aledaños, ésos en los que con tanto ahínco y entusiasmo se aplican los canteranos, Vicente del Bosque no observa nada extraordinario en el hecho de convocar a dos jóvenes bregados en las categorías inferiores de la selección española y consolidados en Primera División. "Es el proceso lógico", constató el salmantino al razonar la llamada a filas de Juan Manuel Mata, de 20 años, interior zurdo del Valencia, y de Fernando Llorente, de 23, delantero centro del Athletic, para el encuentro que España disputará contra Chile el próximo miércoles en Vila-real. "No nos podemos cerrar sólo en los campeones de Europa. Tenemos que abrir el abanico a otros jugadores que están pidiendo ir a la selección", explicó. Iraola y Fernando Navarro se caen de la lista por decisión técnica mientras Capel causa baja por culpa de una lesión, como Iniesta.

"Si me lo dicen hace unos meses, no me lo creo". Hace un año, Mata, nacido en Burgos, crecido en Oviedo y forjado en la cantera del Madrid que tan bien conoció Del Bosque -el jugador coincidió en el filial con Granero, De la Red y Javi García-, no contaba con la confianza de Quique Sánchez Flores en el Valencia. La llegada de Ronald Koeman, calamitosa en otros casos, tuvo efectos revitalizantes en el suyo. Asiduo en las alineaciones del holandés, su concurso resultó determinante en la conquista de la Copa del Rey. Ya este curso, en el que suma cuatro goles y es el máximo asistente valencianista, Mata ha suplido con eficacia al lesionado Silva, hasta el punto de integrar con su amigo y paisano Villa una pareja temible. Mata es más polivalente "y menos chupón" que su padre, extremo zurdo del Burgos, pues rinde pegado a la cal o arrimado al ariete. También es amplio su registro académico: estudia educación física y marketing. "Pienso antes de que me llegue el balón", presume.

No fue futbolista, sino matarife, el padre de Llorente, nacido en Pamplona y criado en Rincón de Soto, población riojana de 3.500 habitantes famosa por sus peras. Con 11 años le reclutó José Mari Amorrortu para la cantera de Lezama, pero era Fernando tan niño que, en vez de enviarlo a la residencia, le halló acomodo en casa de unos amigos de Las Arenas, Benito y Maite, que fallecería poco después. Bota de Plata en el Mundial juvenil de 2005 -la dorada se la calzó Messi-, Llorente debutó en el Athletic de la mano de Ernesto Valverde. Su impacto fue súbito, pero se diluyó con los años y los entrenadores (Mendilibar, Clemente, Sarriugarte, Mané...), bajo la acusación de endeblez mental. Pero llegó Caparrós a Bilbao y resurgió este ariete de exuberante planta física (mide 1,95 metros), letal juego aéreo y no poca técnica.

"Caparrós ha sido el técnico que mejor me ha comprendido: me aprieta, pero me da confianza", declaró ayer el futbolista, que suma más exhibiciones que goles, dos, en la Liga. "Sueño con ganar una Copa con el Athletic y jugar un Mundial con España", asegura uno de los futbolistas que exige el nombre de Euskal Herria para la selección vasca.