Las 'familias' de IU ultiman un pacto para compartir la dirección

Un "maratón de reuniones" es lo que tienen hoy por delante los dirigentes de los distintos sectores de IU: 24 horas frenéticas para intentar cerrar un acuerdo aceptable por todos antes de que comience la IX Asamblea Federal, que se celebra este fin de semana en Rivas (Madrid). Los 800 delegados enviados por las federaciones territoriales para decidir el futuro de IU votarán su preferida entre tres candidaturas -o quizá cuatro- pero su decisión tendrá un peso relativo, porque la futura dirección podría estar ya pactada de antemano por las distintas familias: los próximos al ex coordinador Gaspar Llamazares, el núcleo directivo del PCE y la tercera vía o Nacional-II (la cuarta lista sería la de Juan Manuel Sánchez Gordillo, de la corriente CUT).

El futuro coordinador general tendrá menos competencias que hasta ahora

El acuerdo que podría cerrarse hoy, según fuentes de los tres sectores, es éste: un grupo ejecutivo reducido (menos de una decena de personas) integrado por todas las sensibilidades. En el resto de órganos de IU, cada familia representada con el mismo porcentaje de apoyo que reciba su lista en la Asamblea. Y todos con funciones ejecutivas, con cartera. Pero eso no quiere decir que el PCE -que cuenta, a priori, con el 45% de los delegados y sería la lista con más respaldo- se haga con el poder en IU, porque sigue siendo minoría frente a la suma de las otras dos; las alianzas determinarán quién es el futuro coordinador general, pero sus competencias se verán recortadas.

El cabeza de lista de la N-II, el senador Joan Josep Nuet, se propuso ayer abiertamente como coordinador en el caso de que los otros dos candidatos, la llamazarista Inés Sabanés, y Cayo Lara, del PCE, no se pongan de acuerdo. "Si uno de los dos acepta que sea el otro, bien; pero, si no, hemos pedido que nos dejen paso", admitió. Y él cree que un acuerdo entre Sabanés y Lara es "muy difícil, por no decir imposible".

Los responsables del PCE no confirman que vayan a respaldar a Nuet, aunque tampoco lo rechazan de plano: "Lo que nosotros queremos es una dirección colegiada y un coordinador con menos competencias. Lo importante es que, en el reparto, se respete la lista más votada. Lo de los nombres es accesorio". Y los cercanos a Llamazares se limitan a decir que el supuesto pacto no está, en absoluto, cerrado, pero que el objetivo es lanzar "un mensaje de unidad". De hecho, sí parece que finalmente habrá acuerdo para consensuar el documento político. Sabanés planteó ayer la posibilidad de que todos los cabezas de lista se retiren para buscar un "candidato de consenso". Otros llamazaristas se muestran muy críticos ante un eventual pacto entre la N-II y el PCE -el más probable- que los dejaría a ellos "de adorno". "Nuestros delegados no van a apoyar eso", avisan.

¿Y qué opinarán los militantes de todo esto? Un dirigente advierte: "Los delegados son los que van a votar. Como los jefes nos pongamos a pactar sin medir los apoyos, puede ocurrir que los indios se rebelen y no lo respalden".