"Me voy a llevar hasta el balón"
Higuaín, que nunca había marcado cuatro goles, se muestra "imparable" como delantero centro
Es un poco tímido el pipita Higuaín. Igual no le gusta demasiado exteriorizar sus emociones. O igual las exterioriza a su manera. Anoche, después de haber marcado cuatro goles en el Bernabéu y haber contribuido a la victoria del Madrid casi en el último suspiro y haber permitido a Schuster dormir una noche tranquila, el argentino abandonó el estadio con una mini sonrisa. Que había sido una noche especial para él lo delataba, más que la expresión de su cara, otros detalles. Higuaín se marchó con la bolsa de aseo en la mano y la camiseta -en una bolsa de plástico- en la otra. "Es una felicidad enorme: me voy a llevar hasta el balón", dijo sin dejar de preguntar por el resultado del Barça (6-0). La pelota, eso sí, se la darán hoy. "Quiero que la firmen todos mis compañeros. Es un recuerdo que no voy a dejar escapar".
Schuster, que antes le sacrificó en la banda, le pide que tire los penaltis de otra forma
Nunca, ni siquiera en los partidos que echaba en la calle cuando era pequeño, había marcado cuatro goles. Es la prueba de su consagración. A ello han contribuido varias cosas. Primero, que por primera vez -por mucho que Schuster se resista a admitirlo- ha jugado en su sitio: de delantero centro. Lo hizo, claro, la noche en que Van Nistelrooy se ausentó por causas de fuerza mayor y en la noche en que el entrenador del Madrid dio descanso a Raúl. Segundo, el trabajo psicológico hecho por los técnicos y por gente del club. "Tienes que creértelo Gonzalo. Tienes que ser tú el primero en sentirte importante. Si no lo haces, traerán a Villa o a cualquier otro y no habrá más oportunidades para demostrar lo que vales", le repitieron durante el verano. Tercero, la moral. Todos saben que los goles son vitales para un delantero. Higuaín lleva nueve esta temporada. El año pasado le costaba definir y eso, por un lado, desesperaba a Schuster y, por otro, obligaba a su segundo, Manolo Ruiz, a hacer un trabajo específico en los entrenamientos para que el chico ganara lucidez ante la portería. ¿Qué ha cambiado? "Pues que ahora la meto", contesta. Así de simple. Así de fácil.
"¿No le parece que cuando Higuaín juega en su sitio es imparable?", le preguntaron a Schuster. Y el técnico alemán, al que le cuesta hasta admitir que dos más dos son cuatro, contestó: "Sí. Es verdad que es imparable, allí donde siempre ha jugado". Igual se le ha escapado que el pipita ha sido sacrificado en la banda una y otra vez. Igual se le ha olvidado que su idea era convertirlo en extremo para no tener que renunciar a su sistema de juego. Y de no ser por los problemas de rodilla de Van Nistelrooy, allí estaría, relegado en una banda. "En su sitio es donde aprovecha más su velocidad y su regate. Ha dado un gran paso adelante, aunque le he dicho que me gustaría que cambiara la forma de tirar los penaltis", dijo Schuster. Parece que siempre tiene que buscar algún pero, sobre todo cuando se trata de Higuaín. Y es que al alemán el pipita nunca le llegó a convencer del todo. De él tendrá que tirar ahora. Entre otras cosas porque es el jugador más en forma de la plantilla.
"Cuando las cosas salen tan bien son los momentos en los que hay que estar más tranquilo", resumió el argentino. ¿Y eso de que hay que tirar los penaltis de otra forma? "Los penaltis se mejoran practicando", dijo. A Schuster no le preocupa nada más que eso. El equipo está estancado pero él dice que es un factor de crecimiento. "Hay momentos, como los que hemos vivido [expulsión de Ramos y penalti en contra] que nos hacen todavía más fuertes. Creo que somos el único equipo que es capaz de hacer estas cosas".
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