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Entrevista:MARTHA WAINWRIGHT | Cantautora

"Rufus es como una red protectora, no hay rivalidad"

Asume que debemos comenzar por el árbol genealógico. A Martha Wainwright, nacida hace 32 años en Montreal y neoyorquina de adopción, le viene la pasión melómana por todos lados: es hija de las luminarias del folk Loudon Wainwright III y Kate McGarrigle; hermana del divino Rufus Wainwright; sobrina de Anna McGarrigle y prima de la también vocalista Lily Lanken. Con todo, sostiene que seguiría siendo cantautora aunque le hubiera correspondido otra parentela, porque es "un poderoso impulso interior" el que la aboca a sentarse con la guitarra, la libreta de notas y el lápiz afilado.

En 2005, cuando publicó su primer y homónimo álbum, nadie pudo permanecer indiferente ante Bloody mother fucking asshole, una sarta de improperios furibundos que todo el planeta entendió dirigidos a su progenitor, aunque ahora matiza que carecían de destinatario concreto. Tres años más tarde, la hermanísima de Rufus regresa a Madrid recién casada con un disco más sereno que aquel colérico debut. El título, sencillamente impagable: I know you're married but I've got feelings too (Ya sé que estás casado, pero yo también tengo sentimientos). Wainwright contesta desde su hotel de Belfast, pero dice añorar el centro de Madrid "porque es casi la única ciudad del mundo donde, después del concierto, aún dispones de miles de sitios abiertos para irte a cenar".

"A cierta edad conviene expresar lo que te sugiere ver el telediario"
"Me gusta bailar, pero parezco un hipopótamo, se me da mejor cantar"

Pregunta. Tengo entendido que en su última visita por Madrid exprimió bastante las posibilidades nocturnas de la villa...

Respuesta. Huy, eso es rigurosamente cierto. Dos amigos me enredaron y terminamos bailando hasta las siete de la mañana.

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P. ¿Qué es mejor, su nuevo disco o el título de ese disco?

R. Es un buen título, sin duda. Suena divertido y muestra una faceta provocativa que existe en parte de mi música.

P. Arranca con un tema titulado Sangrando sobre ti. ¿Qué tipo de canción de amor es ésa?

R. Mi pasado sentimental, hasta que conocí a Brad [también su productor], es una historia de dolor y amor no correspondido. Con la sangre que fluye intentaba expresar que el amor no tiene por qué morir.

P. ¿Ha mejorado su sentido del humor?

R. Soy más feliz. Muchas canciones siguen abordando cuestiones oscuras, pero ahora prefiero tratar la tristeza con una media sonrisa, no pretendo que nadie se deprima porque se haya comprado un disco mío. La vida es un acontecimiento trágicamente divertido.

P. Furia en el primer álbum y lucidez en el segundo. ¿Dos caras de su personalidad?

R. Sospecho que tengo más de dos. Ahora estoy volcada en escribir un disco de contenidos más sociales. Es una promesa terrible porque no estoy segura de poderla cumplir, pero en los últimos 15 o 20 años los cantautores se han convertido en unos tipos completamente obsesionados consigo mismos. No pretendo ser ninguna voz generacional, pero a partir de cierta edad conviene expresar lo que te sugiere ver el telediario.

P. ¿Y qué le sugiere?

R. Ahora mismo me horroriza vivir inmersa en una sobredosis de consumismo. Eso de que ahora todo sea de usar y tirar va en detrimento del arte, del planeta y de la psique. En vez de ser tan futuristas, pensemos por un momento en cómo vivían nuestros abuelos, en cómo cuidaban sus pertenencias o empleaban la bici y el tren para sus desplazamientos. Nos vendría bien mirar hacia atrás y aprender.

P.

In the middle of the night alude al cáncer que padecía su madre. ¿Se hace difícil cantarla?

R. Oh, Dios, ha sido increíble la de gente que se ha emocionado con ese tema. No pretendía convertir a mi madre en ejemplo ni entrar en detalles de su caso, pero sí escribir sobre el miedo a la muerte que, por primera vez, experimentábamos en la familia. Mi madre me acompaña en la gira. Es una madraza, así que yo aprovecho para ponerla a trabajar, a tocar el piano.

P. Sea sincera. ¿Alguna vez ha tenido celos de su hermano?

R. Rufus es como una red protectora. Yo soy la hermana pequeña, él tiene más discos que yo y ha tenido más éxito... ¡por ahora! La coexistencia es sencilla porque nuestras músicas son muy diferentes. Al principio me costó más arrancar, porque su sombra lo abarcaba todo. Pero nos sigue encantando cantar juntos, así que... no hay rivalidad que temer.

P. Juguemos a que la fichan como periodista en una revista musical. ¿Qué calificación le pondría a Recovery, el nuevo trabajo de Loudon Wainwright?

R. ¡Me encanta! Cuatro estrellas sobre cinco, es su mejor disco en años. Le vi hace un mes interpretarlo en vivo y es jodidamente increíble, cómo puede conservar esa voz, poderosa y a la vez precisa.

P. ¿Y el disco Release the stars, de Rufus Wainwright?

R. Otras cuatro estrellas. Uhm, demasiado diplomática, ¿verdad? ¡Pongámosle cuatro estrellas y media!

P. En enero vuelve a actuar con el Royal Ballet en Los siete pecados capitales, de Bertolt Brecht y Kurt Weill. No nos vendrá ahora con que también se le da bien bailar...

R. Me gusta bailar, pero parezco un hipopótamo. Sobre todo si me comparo con las chicas de la compañía, claro. Por fortuna, lo de cantar se me da mejor.

Martha Wainwright. Hoy a las 21.30 en Joy Eslava (Arenal, 11). Veinte euros.

Martha Wainwright, que actúa esta noche en Joy Eslava.
Martha Wainwright, que actúa esta noche en Joy Eslava.

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