El Athletic, a mitad de camino
El Recreativo, con todo en contra, encaja sólo dos goles en San Mamés
Será por la idiosincrasia de la Copa o el descoloque de estos partidos en el calendario de los grandes o por razones inexplicables propias de un juego, pero todo lo que le cuesta ganar al Athletic en la Liga le parecía ayer un tobogán frente al Recreativo. Con poquito, es decir, con Llorente en vena rodeado de peleones ansiosos, se puso 2-0 ante un rival que también tenía el faro en la punta de ataque con el turco Ersen Martin. Dos grandullones guiando a dos equipos con ambiciones distintas. Al Athletic, impreciso y a oleadas, se le adivinaba el ánimo de marcar y al Recreativo, la obsesión por no perder, como atendiendo las predicciones de Joaquín Caparrós que situaba en el Nuevo Colombino la resolución de la eliminatoria. En ese debate tan psicológico como frío, en un San Mamés extrañamente íntimo, cayeron dos goles casi inesperados en dos buenas acciones. Una colectiva, con centro de Iraola que remató Ion Vélez; otra individual, de David López, en la ejecución de un libre directo.
ATHLETIC 2 - RECREATIVO 0
Athletic: Iraizoz; Iraola, Ocio, Ustaritz, Koikili; Susaeta, Gurpegui, Javi Martínez (Muñoz, m. 75), David López (Del Olmo, m. 70); Ion Vélez y Llorente (Iñigo, m. 83). No utilizados: Armando y Casas.
Recreativo: Roberto; Lamas, Morris, Beto, Poli; Camuñas, Barber, Acalé (Joselito, m 69), Javi Fuego (J. Vázquez, m. 63); Ersen Martin y Marco Rubén (Oliveira, m. 78). No utilizados: Riesgo y Aitor.
Goles: 1-0. M. 32. Centro de Iraola y remate de Ion Vélez. 2-0. M. 41. Libre directo de David López.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Expulsó a Aitor, (m. 12) en el banquillo, por protestar y Ersen Martin (m. 46). Amonestó a Barber, Ersen Martin, Aitor Ocio, Ion Vélez, Camuñas, Del Olmo, Poli y Koikili
Unos 25.000 espectadores en San Mamés.
Los rojiblancos encontraron el partido soñado ante un rival muy herido
Y el partido cambió. El Recreativo se quedó sin objetivos, sin argumentos, nervioso, disperso. Comenzó a dudar, a enjaularse en su área, dejando como llanero solitario a Ersen Martín, a quien le marcó mejor el árbitro que los centrales rojiblancos. Es el problema de los delanteros grandullones, que cada contacto con un rival inferior físicamente es interpretado por los malos árbitros como falta en ataque. Tanto le incordió, le marcó el colegiado, que un minuto después de la reanudación se fue a los vestuarios por una agresión a Aitor Ocio. Era la expulsión de la desesperación y el suicidio del Recreativo que antes, sin embargo, había gozado del favor arbitral al no señalar un clarísimo penalti de Lamas a Llorente.
Un Athletic de meritorios encontró el partido que soñaba ante un rival herido y aparentemente rendido, en inferioridad numérica y pensando más en evitar la eliminación automática en San Mamés. Al Athletic le pudo la ansiedad en cuanto atisbó la posibilidad de convertir el partido de vuelta en un trámite. Le sobró empuje, pero le faltó finura. Y languideció el Recreativo que resurgió al final en una cabalgada de Joselito y un cabezazo de Lamas que encogió la catedral, pero no hubo milagro.
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