La princesa Victoria no quiere oír hablar de boda
El Gobierno sueco ha reservado presupuesto para el enlace
Victoria de Suecia no quiere oír hablar de boda. Todo estaba preparado para anunciar el compromiso de la última heredera al trono soltera que queda en Europa, pero el Gobierno sueco ha dado un paso atrás a pesar de que el Ministerio de Asuntos Exteriores solicitó hace meses un presupuesto mayor para la "preparación de una boda real". El matrimonio de Victoria se ha convertido en una cuestión de Estado.
Victoria, de 31 años, tiene la obligación de asegurar los derechos dinásticos. Además, un protocolo no escrito indica que el primero en casarse debe ser el mayor. Y como Victoria no se decide, su hermana Magdalena tampoco puede contraer matrimonio. La tensión en la familia real sueca ha trascendido a los medios de comunicación. Victoria sale desde hace siete años con Daniel Westling, su ex monitor de gimnasia y ahora propietario de una cadena de lujosas salas deportivas. Carlos Gustavo de Suecia ha sido señalado como el culpable de que el compromiso no se anuncie. Al rey no le parecería, según algunas versiones, el hombre apropiado para la futura reina de Suecia. "Resulta complicado debatir sobre este tipo de cosas. Pero la prensa ha sido injusta con papá", declaró la princesa durante los Juegos Olímpicos de Pekín.
El problema parece estar, según otras fuentes, en Daniel Westling, que no se acostumbra a la vida protocolaria. ¿Victoria debe elegir entre el amor y sus obligaciones como princesa? Tal y como están las cosas, si elige el amor tendría que renunciar a ser la heredera.
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