Dos trabajadores portugueses muertos y ocho heridos al colisionar su furgoneta

Los muertos en la carretera aumentan en la provincia de Ourense en lo que va de mes. La estadística de octubre comenzó a dispararse este fin de semana al sucederse, en un espacio de pocas horas, cuatro accidentes. En la madrugada del lunes, una colisión se cobró dos vidas más y dejó siete heridos.

El goteo comenzó el domingo. En menos de tres horas un hombre de 78 años fallecía en Lobeira y seis personas más resultaban heridas tras registrarse cuatro accidentes en distintos puntos de la provincia. Y la secuencia continuaba en la madrugada del lunes. Pasados unos minutos de las 12 de la noche, dos personas murieron en la carretera. En este caso, en el suceso (ocurrido en la A-52 en el término municipal de Verín) se vio implicada una furgoneta en la que viajaban diez personas, todas ellas de nacionalidad portuguesa: los dos fallecidos, de 46 y 47 años, y ocho heridos (siete de entre 22 y 26 años y uno de 44). El furgón colisionó por alcance con un camión que conducía un hombre de 42 años, vecino de la localidad también portuguesa de Oliveira de Frades, que resultó ileso. Según fuentes de Tráfico de la Guardia Civil, los ocupantes de la furgoneta regresaban de su país para incorporarse a sus puestos de trabajo en la provincia.

Los últimos sucesos han disparado la estadística de accidentes de tráfico de Ourense (a media tarde de ayer las cifras correspondientes a octubre eran de tres muertos y 16 heridos, cinco de ellos de gravedad), que en el mes de septiembre (con 129 siniestros que dejaron un balance de una sola persona fallecida y 23 heridas) se mantenía a la cola de Galicia. Los datos de octubre se igualan a los de agosto, cuando tres personas perdieron la vida en carreteras de la provincia y 21 resultaron heridas.

Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico sostienen que el de ayer fue, hasta el momento, el único de los accidentes registrados en los últimos tres meses en la provincia que ha afectado a extranjeros que viajaban en grupo. Ésta es una práctica habitual entre los trabajadores portugueses en Galicia. En mayo pasado, otros cuatro obreros lusos murieron en dos accidentes de furgonetas en la provincia de Lugo.