La película de Hunter S. Thompson
Alex Gibney reconstruye la vida del periodista en el documental Gonzo, narrado por Johnny Depp
En 2005, días antes de pegarse un tiro a los 67 años, el narcisista y subversivo periodista Hunter S. Thompson miró a la cámara y sentenció: "Mi mito ha tomado posesión. Me siento como un apéndice. Sería mejor que muriese. Entonces la gente podría servirse del mito para hacer películas". Le tomó la palabra el también estadounidense Alex Gibney en Gonzo: The life and work of Hunter S. Thompson. La cinta, que se proyectará en el Festival de Cine Documental Musical de Barcelona, se centra en el creador del estilo Gonzo, en el que el cronista participa en la historia narrada.
Gibney pasa de puntillas por las adicciones de Thompson que le llevaron a convertir el maletero de su tiburón rojo en "un laboratorio móvil de la sección de narcóticos de la policía". "Las películas que se han hecho se olvidaban de su escritura", cuenta en conversación telefónica Gibney, ganador este año de un Oscar con el documental Taxi to the dark side.
Bill Murray en Where the Buffalo Roam (1980) y Johnny Depp en Miedo y asco en Las Vegas (1998) habían encarnado a la estrella periodística de la revista Rolling Stone, y Gibney decidió componer su verdadero retrato valiéndose de testimonios -entre ellos los de sus dos mujeres, el ex presidente Jimmy Carter o el escritor y contrincante Tom Wolfe- y toneladas de cintas y vídeos. "Le gustaba grabar todo, porque observaba el mundo. También tenía mucho de egocentrismo. Parecía estar escribiendo para la posteridad. Fue un caos, porque el material estaba muy desorganizado...". El director acota el filme entre 1965 y 1975. "Entonces se forjó su leyenda. Era un patriota en el sentido más profundo de la palabra. En mi país, para bien o para mal, existen dos caras: una idealista y otra violenta. Y Thompson, a quien le gustaba disparar, era consciente de ambas y las reflejaba en sus artículos. Él fue capaz de capturar el drama y la comedia de América y eso es fantástico".
Fue en los sesenta, las revistas apostaron -y pagaron espléndidamente- por un nuevo periodismo en el que la realidad se contaba con técnicas de la ficción. Thompson abrió el camino con un reportaje sobre el Kentucky Derby en el que disertó de todo menos de la carrera de caballos. Desde entonces acumuló disparates. El colofón llegó en 1970, cuando se presenta a sheriff de Aspen, Colorado.
Gibney escenifica el momento con el actor Johnny Depp -narrador de todo el documental- alzando un revólver mientras lee su esperpéntico programa electoral. En él promete vía libre a los psicotrópicos. "Se lo tomó como una performance teatral, y casi gana y se convierte en una realidad", recuerda el cineasta. Un año después, Thompson ponía rumbo al paraíso de los casinos, escenario de su novela Miedo y asco en Las Vegas (Anagrama bolsillo). "A mí me parecía que la única forma de preparar un viaje así era ataviarse como pavos reales humanos y enloquecer, luego cruzar aullando el desierto y hacer el reportaje. No hay que perder nunca la responsabilidad básica", asegura en el libro.
Y llegó la campaña electoral de 1972. El candidato Edmund S. Muskie cayó de las quinielas cuando el rey de lo prohibido insinuó que el político tomaba una droga psicodélica. Después Thompson, loado por todos, se recluyó en su rancho. Seguía escribiendo pero postrado por los dolores de espalda y cadera. Hasta que optó por el suicidio y su amigo Depp costeó su funeral "a lo Gonzo". Un cañón con forma de puño, diseñado por el periodista, esparció sus cenizas por su propiedad. Ya lo dijo en su última nota: "Football season is over" (la temporada de fútbol ha terminado).
6º Festival Internacional de Cine Documental Musical de Barcelona se celebrará del 23 de octubre al 2 de noviembre. www. in-edit.beefeater.es
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