La deuda de Chaves y Arenas

Los debates entre Manuel Chaves y Javier Arenas en el Parlamento andaluz tienen una plantilla fija que se repite siempre. Hablen de lo que hablen, terminan por cruzar hirientes descalificaciones sobre sus fracasos en política, aunque tengan que remontarse más de una década. Ayer lo hicieron otra vez a cuenta de la deuda histórica, un asunto que se convirtió en ariete político a la par que ambos iniciaron su iracunda rivalidad (en la legislatura de la pinza), y forma parte ya de la otra deuda privada entre ellos, la de viejos enemigos.

Después del revés que propinó el Gobierno la semana pasada -al negarse a llegar a la cantidad mínima reclamada y abrir un nuevo plazo de seis meses-, el líder del PP cargó contra el socialista con una batería de recortes de prensa de la etapa de Aznar, en los que Chaves denunciaba con palabras grandilocuentes el impago de la deuda. "Organizaron una gran bronca cuando gobernaba el PP, y ahora no cobramos porque usted y Zapatero han promovido un Estatuto inconstitucional en Cataluña".

Javier Arenas vino a decir, encadenando frases preparadas para llegar a titulares, que la nueva prórroga del acuerdo es el tiempo que necesita Zapatero para negociar la financiación con el "nacionalismo catalán, y Andalucía sólo tendrá las sobras". Anunció que promoverá en la Cámara un recurso de inconstitucionalidad, y luego le pidió la dimisión por ser incapaz de dar una respuesta. "Hace oposición a la oposición, es el gran problema de Andalucía".

"Yo no soy un problema para Andalucía, soy un problema para usted", le devolvió un enojado Chaves, quien reprochó al popular que ande siempre agitando el "espantajo" de Cataluña. También le afeó que en su época de ministro de Administraciones Públicas no "moviera ni una ceja" en favor del pago de la deuda, y se dedique ahora, como vicesecretario del PP nacional, a llamar a capítulo a las autonomías regidas por su partido para que boicoteen la asignatura Educación para la Ciudadanía.

Dejando a un lado la deuda histórica -sobre la que también le interpeló el portavoz de IU, Diego Valderas-, Chaves ajustó cuentas con Arenas por la otra deuda, la de las rencillas históricas, con una de las embestidas más duras que se le han escuchado. "Con desahogo y desparpajo se sobrevive en política, pero es difícil ganar la confianza de los ciudadanos, y ahí tiene usted una de las razones de su abultada lista de derrotas y de elecciones perdidas".